¿Cómo viven los vivos con los muertos? Hasta que el capitalismo deshumanizó a la sociedad, todos los vivos esperaban la experiencia de la muerte. Era su futuro final. Los vivos eran en sí mismo incompletos. De esa forma vivos y muertos eran interdependientes. Siempre. Sólo una forma de egotismo extraordinariamente moderna rompió esa interdependencia. Con consecuencias desastrosas para los vivos, ahora pensamos en los muertos en términos de los eliminados.
Cultura clandestina. Los intelectuales del PSUC bajo el franquismo
Comares,
Granada,
184 págs.
La corta distancia entre la política clandestina y la permitida
Antoni Rico i Garcia
El historiador Giaime Pala acaba de publicar su último estudio sobre el PSUC. Con el título de Cultura clandestina. Los intelectuales del PSUC bajo el franquismo, Pala, especialista en el tema con multitud de artículos o libros como El PSUC. L’antifranquisme i la política d’aliances a Catalunya (1956-1977), realiza una interesante inmersión en uno de los aspectos que ya antes había tratado: los intelectuales comunistas y su praxis política durante los años de clandestinidad. El libro aporta elementos de gran valor historiográfico para la reconstrucción del antifranquismo catalán y español: desde el papel que jugaron los miembros de la vanguardia del PSUC y el PCE pasando por las relaciones con las otras fuerzas políticas que luchaban por la democracia. Especial interés tienen dos elementos clave. Por una parte, el papel que para la izquierda del siglo XX tuvieron las publicaciones propias de cada partido; en el caso del PSUC, revistas como Quaderns de Cultura Catalana pero sobre todo Horitzons y la nueva etapa Nous Horitzons, son analizadas en un interesante ejercicio de cirugía académica que aproxima al lector a los debates centrales de aquellos años. Por otro lado, las discusiones internas del PSUC y su relación con el PCE también ocupan un lugar central que Pala estudia a partir de la correspondencia y de los documentos guardados en los archivos de los respectivos partidos.
Pero ¿qué atractivo puede tener el libro para el lector no especializado o simplemente curioso por el tema? La militancia política te lleva a acumular con los años una importante mochila de reuniones, manifestaciones, asambleas y documentos que, por tu experiencia individual, concibes como únicas. En el fondo, todo bagaje militante individual, analizado en perspectiva comparada, no es tan diferente de otros momentos vividos en el pasado. Mi tendencia profesional es la de intentar no comparar en exceso procesos históricos diferentes. De hecho, normalmente la comparación nos acaba llevando a la confusión. Creo que es más útil saber contextualizar que no establecer esquemas normativos de carácter comparativo. Ahora bien, después de la lectura del libro de Pala, a uno le queda la sensación de que la práctica política de la izquierda alternativa actual no es diferente, en muchos aspectos, de la que desarrollaron en un pasado reciente aquellas culturas políticas que soñaban con la revolución social. Así, en el caso que nos ocupa, y si realizamos un ejercicio comparativo, éste no ha de partir de un análisis centrado en los contextos históricos, que poco tienen que ver, sino en los movimientos internos de los partidos, las relaciones existentes entre sus militantes, la capacidad de las bases de tomar decisiones frente a unas direcciones especializadas, y centralizadas, que hacen y deshacen como quieren (o pueden), entre otros elementos. La lectura del trabajo de Pala nos aproxima a una realidad más cercana de lo que pensamos cuando nos creemos diferentes de los militantes y partidos del siglo XX y que, en el fondo, conceptos como los de “nueva política” inventan poca cosa porque comparten muchos más vicios con la vieja de los que aparentan.
En definitiva, se trata de un libro de lectura interesante desde diferentes perspectivas. Desde el académico al militante, el lector encontrará en estas páginas elementos de gran interés que no sólo le ayudarán a entender el pasado, sino las propias culturas políticas actuales. Porque entender la historia ayuda muchas veces a saber interpretar el presente. O, al menos, debería ser así.
[Una versión reducida de esta reseña fue publicada originalmente en catalán en el n.º 409 de La Directa]
25 /
6 /
2016