La política electoral, si bien no debe desestimarse, no puede ubicarse en el centro de ninguna acción política radical seria, orientada a cambiar las instituciones que sustentan el sistema político, desmantelar las ideologías hegemónicas y fomentar el tipo de conciencia de masas en que habría de basarse un cambio social y político desesperadamente necesario.
La redacción de mientras tanto
Los fecundos ochenta años de Josep Fontana
Josep Fontana contribuyó a la aparición de la revista mientras tanto desde su misma gestación. Y luego han sido innumerables las veces que la ha honrado con su colaboración. Pero aunque no fuera amigo nuestro celebraríamos igualmente su octogésimo cumpleaños este noviembre de 2011. Fontana ha cumplido su periplo académico en las tres universidades barcelonesas, y por un breve tiempo enseñó también en la de Valencia. Actualmente es catedrático emérito de Historia y dirige el Instituto Universitario de Historia de la Universitat Pompeu Fabra, instituto que lleva el nombre de uno de sus maestros: Jaume Vicens Vives.
Fontana es, académicamente hablando, un maestro, un profesor de profesores, todavía, en una vida universitaria en que los maestros escasean. A él se le debe la extraordinaria floración de la historiografía catalana. Ha formado a varias generaciones de historiadores y científicos sociales, y su influencia se extiende tanto internacionalmente, entre éstos, como alcanza a muchas personas ajenas a su específico ámbito de investigación. A su propia y extensa obra, y a la de sus discípulos, se añade una segunda obra propia: el fomento deliberado y muy cuidadoso de ediciones y traducciones de numerosos historiadores y científicos sociales relevantes. Así, Fontana introdujo en España a la escuela británica de historiadores marxistas (Thompson, Hobsbawm, etc.) cuando aquí nadie le había prestado atención. Este aspecto de su trabajo constituye una tarea de innovación cultural y científica de gran peso, que incluye dignísimos trabajos de divulgación propios, para el gran público. En esta tarea no es habitual parar mientes, pero muestra una laboriosidad poco común en un trabajo intelectual intachable. La presencia de Josep Fontana en la vida cultural española va a ser duradera, y los años venideros agigantarán aún más su figura. Todos debemos congratularnos.
Pero todo esto es sólo uno de los aspectos destacables de la actividad de Josep Fontana. También lo es su compromiso social y con la cultura catalana. Impulsó la celebración del Primer Congrés de Cultura Catalana a principios de los años sesenta. Fue un activo miembro del Partit Socialista Unificat de Catalunya siendo determinante en muchas de sus actividades, algunas con gran riesgo personal. Y ha impulsado iniciativas sociales y políticas de relieve en estos años de régimen de libertades: hay que destacar especialmente su toma de posición contra las guerras, su obstinación en la recuperación de la memoria de este país, su permanente estado de alerta ante las políticas antisociales.
Entre su producción más reciente nos atrevemos a recomendar su magnífico libro Por el bien del imperio. Una historia del mundo desde 1945 (Pasado y Presente, Barcelona 2011), una reflexión documentada. En la lectura de este libro, o de cualquiera de sus libros, le decimos al lector: ¡Brindemos por Josep Fontana, por muchos años!; para compartir con nosotros nuestro agradecimiento a esta grandísima persona.
12 /
2011