La política electoral, si bien no debe desestimarse, no puede ubicarse en el centro de ninguna acción política radical seria, orientada a cambiar las instituciones que sustentan el sistema político, desmantelar las ideologías hegemónicas y fomentar el tipo de conciencia de masas en que habría de basarse un cambio social y político desesperadamente necesario.
Desigualdad. Un análisis de la (in)felicidad colectiva
Turner (Noema),
Madrid,
320 págs.
Albert Recio Andreu
Absolutamente imprescindible para activistas sociales, políticos que quieren ser de izquierdas y público en general. Los autores, especialistas en salud pública, presentan un concluyente análisis en el que muestran la existencia de una correlación directa entre grados de desigualdad social y un gran número de problemas sociales (desigualdades de salud, educación, violencia, etc.). Algo que muestran usando un amplio abanico de estadísticas tanto de países desarrollados como de los 50 estados de los EEUU. La fuente de los problemas es menos la pobreza que la desigualdad, pues detrás de la misma se esconde una determinada forma de organizar la sociedad. La evidencia empírica se completa con la indagación, a partir de diversos estudios, de explicaciones plausibles (aunque obviamente incompletas) sobre los mecanismos que influyen en cada caso (muchos de ellos en base a estudios sociológicos y psicológicos). La conclusión es clara: hay que avanzar hacia sociedades más igualitarias. Algo que se ha olvidado en gran parte del discurso social. El problema es cómo transformar esta evidencia en políticas transitables. Esto queda para otros libros. Aquí al menos hay un poderoso punto de partida sobre el que refundar un proyecto político igualitario.
11 /
2010