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Miguel Muñiz

Garoña en el mapa de conflictos

El 5 de abril, Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, declaraba en una entrevista radiofónica que las centrales nucleares cierran “porque no son viables”. Así lo transcribió la prensa, pero la respuesta era un no pero sí, que se refería a la política o a la economía, que podía referirse a la “seguridad” y a la “eficiencia” [1]; en resumen, sus declaraciones eran deliberadamente confusas.

Seis días más tarde, el 11 de abril, la confusión aumenta aún más, aparecen informaciones sobre nuevas declaraciones del mismo señor en el curso de una reunión con sindicatos; uno de los sindicatos hace circular un correo electrónico en que asegura que el señor Sánchez Galán ha comunicado que Garoña se cerrará “por motivos económicos” [2]. En la noticia se citan nombres de otras personas presentes en la reunión como prueba, pero dichas personas, los otros sindicatos presentes y el propio aludido guardan un prudente silencio.

¿Globo sonda? En los siguientes días el ruido mediático aumenta. Como se trata de uno de los amos de Garoña, nadie parece interesado en exigir concreciones al señor Sánchez Galán, y en cambio se desatan las especulaciones: aparece la mención a las consabidas presiones políticas (siempre tan inoportunas para la economía de mercado) para cerrar la central; el comité de empresa de Garoña (que existe aunque esté cerrada) contradice al sindicato informador y declara que a ellos no se les ha comunicado nada; otro sindicato aprovecha la ocasión para volver a sacar del cajón de los recuerdos el plan de “dinamización de la comarca” (imaginamos que ya bastante ajado, dados los continuos cambios del “Garoña cierra” al “Garoña sigue” durante los últimos años) y marcarse, de paso, más declaraciones; Nuclenor, compañía titular de la central, también tiene cosas que declarar, dice que no se ha tomado una decisión definitiva, e incluso algunos grupos ecologistas, ignorando la prudencia que deberían mostrar en este asunto después de haber sido rotundamente desmentidos por los hechos en dos ocasiones, se apuntan al festival declarativo con unas notas de prensa de enternecedora ingenuidad [3].

Finalmente, el 26 de abril se oye la voz del otro amo de Garoña; Borja Prado, presidente de Endesa (propietaria de la mitad de la central), vuelve las aguas informativas al cauce oficial: recuerda que se trata de tomar una decisión empresarial no política, y aprovecha la ocasión para sacar a pasear al caballo de Troya que determina cualquier decisión atómica: hay que esperar al informe del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) antes de decir nada [4].

El respetuoso silencio que sigue a estas declaraciones es un indicador de los tiempos que vivimos. ¿Garoña volverá a funcionar? Es muy probable que no, pero en este momento nadie sabe nada.

Cualquier persona interesada en investigar conflictos sociales encontraría en todo lo relacionado con la reconexión a la red (o cierre definitivo) de Garoña materiales de sumo valor. Se trata de una aproximación, teórica y práctica, al futuro de los siete reactores atómicos que funcionan en España. Habida cuenta de que seis de esos siete reactores deberán renovar sus permisos de funcionamiento (por diez años más) entre 2020 y 2021, se perfilan, pues, conflictos sociales, políticos y territoriales importantes, enmascarados por los que mandan mediante la invocación de supuestas decisiones empresariales. En todo caso algo se mueve. ¿Qué es lo que ha roto la monotonía del discurso sobre Garoña y alterado el despliegue de una estrategia de puesta en funcionamiento hasta los sesenta años que se remonta a 2012?

Hay obviedades que no conviene perder de vista para entender ese ruido informativo generado en abril y el posterior silencio: la central está cerrada y está en Burgos, no está en el País Vasco (pero sí muy cerca), la compañía Iberdrola es de origen vasco, la compañía Endesa es de origen español, una parte de los que mandan en la sociedad vasca se alinean con el PNV, una parte de los que mandan en la sociedad española se alinean con el PP, los que gobiernan en el País Vasco y en España tienen algunos problemas para sintonizar fluidamente con los que mandan, el marco social y político está alterado…, las sutiles advertencias sobre lo nefasta que resulta la inestabilidad política para la economía se han repetido en la agenda informativa de los últimos meses, entre otros por el señor Ignacio Sánchez Galán.

El mapa social y político del momento (con implicaciones territoriales) requiere otro repaso de obviedades: los mecanismos puestos en marcha para canalizar la convulsión provocada por la ofensiva neoliberal, que arrancó en 2008, no acaban de dar un resultado satisfactorio; la conflictividad social manifestada, parcialmente, en el 15M, y cuya traducción política (también parcial) es el partido Podemos, no acaba de ser neutralizada aunque haya sido reducida; la resistencia de los grupos políticos liderados por Podemos a prestarse sumisamente a la maniobra de cambio, puesta en marcha por PSOE y Ciudadanos para recomponer la clase política gobernante, es una fuente adicional de inestabilidad. Hay consenso entre los mandan y los que gobiernan de que a esos conflictos no conviene añadirles perturbaciones innecesarias, que puedan distorsionar la agresiva campaña mediática contra Podemos, campaña que busca provocar la división en el conjunto de insumisos.

En el País Vasco, una mayoría de la clase política ha descubierto recientemente que Garoña está muy cerca. Después de décadas de vivir de espaldas a la amenaza atómica, para esa mayoría la central ha adquirido un protagonismo inesperado. La hegemonía política tradicional está amenazada por las nuevas fuerzas emergentes… Así que una respuesta tranquilizadora y explícita de los que mandan en un tema que se ha vuelto sensible (la reconexión), es un respaldo a la clase política que vela por sus intereses, ya que rebaja la inestabilidad; pero, por otra parte, no se pueden sentar peligrosos precedentes de manifestaciones políticas que enturbien la pureza de las decisiones empresariales, no sea que se haga demasiado evidente el pasteleo. En este entorno de cinismo, mentiras evidentes y medias verdades se inscribe la lógica de las declaraciones de los dos amos.

Y en este mapa se inscriben también las repercusiones de la decisión sobre el reactor de Garoña. Si a los que mandan la maniobra les sale bien, entre 2020 y 2021 existirán seis mapas diferentes, uno para central atómica (divide y vencerás). Y, de momento, las cosas les van saliendo bien.

El 27 de abril, casi coincidiendo con las declaraciones del señor Borja Prado, se presentó en la Comisión de Industria, Energía y Turismo del Congreso de los Diputados y las Diputadas, una Proposición No de Ley (PNL) del Grupo Parlamentario Podemos-En Comú Podem-En Marea, sobre el establecimiento de un calendario de cierre nuclear en España. La PNL se limitaba a copiar el calendario de renovación de permisos central por central entre 2020 y 2021, añadiendo Trillo, el 2024, y a proponer dicho calendario como fecha de cierre [5].

Es decir, casi en vísperas del cierre de lo que ha sido la legislatura más breve y confusa de la historia política de España desde la transición, se decide aprovechar la oportunidad para marcar perfil político en el tema atómico y, eso sí, sin tomarse la molestia de participar en la vertebración de un movimiento social y político amplio, y de base, que pueda ofrecer apoyo a la reivindicación de cierre. Difícil sería encontrar un mejor ejemplo del viejo dicho castellano sobre como comenzar la casa por el tejado.

Con iniciativas como esta no se alteran las prioridades de la agenda política, y la prórroga de funcionamiento de las centrales nucleares en España durante diez años más se puede considerar casi garantizada.

 

Notas

[1] Se puede escuchar la entrevista, unos once minutos carentes de preguntas incisivas, en http://cadenaser.com/programa/2016/04/05/hoy_por_hoy/1459826846_999279.html.

En el curso de la misma, después de las disertaciones genéricas habituales, los tópicos correspondientes sobre economía, crecimiento, política, y otras zarandajas; se llega a plantear el tema energético, en el minuto 9 y con muchas prisas porque se acaba el tiempo de la entrevista (cosa curiosa, teniendo en cuenta que era el único tema en el que el entrevistado podía dar opiniones solventes); en el minuto el 9:59 el entrevistado realiza una serie de afirmaciones contradictorias sobre la cuestión atómica mezclando diversos conceptos. Son esas frases las que originan el ruido informativo.

[2] http://www.eldiario.es/economia/presidente-Iberdrola-anuncia-sindicatos-Garona_0_504299723.html.

[3] Siguiendo el orden citado en el artículo, véanse:

http://cincodias.com/cincodias/2016/04/11/empresas/1460401557_382959.html (12-4-2016)

http://www.elcorreodeburgos.com/noticias/burgos/comite-garona-desmiente-supuesto-cierre-anuncio-ela_121289.html (12-4-2016)

http://www.diariodeburgos.es/noticia/Z96FA82EA-AB95-865B-5EAB0190742AC97D/20160413/ccoo/apuesta/recuperar/plan/dinamizar/comarca/posible/cierre/garona (13-4-2016)

http://elperiodicodelaenergia.com/nuclenor-desmiente-a-galan-y-asegura-que-no-hay-una-decision-tomada-sobre-el-cierre-definitivo-de-garona/ (14-4-2016)

http://www.ecologistasenaccion.es/article31990.html (12-4-2016)

http://www.greenpeace.org/espana/es/news/2016/Abril/Greenpeace-celebra-que-el-Congreso-respalde-el-cierre-de-Garona-y-el-aplazamiento-del-decreto-contra-el-autoconsumo-electrico/ (14-4-2016)

[4] Véanse:

http://www.lavanguardia.com/vida/20160426/401379870436/endesa-dice-que-la-decision-del-futuro-garona-es-empresarial-no-politica.html (26/04/2016)

http://www.energiadiario.com/publicacion/prado-endesa-vincula-el-futuro-de-garona-a-una-decision-empresarial-de-nuclenor-siempre-que-el-csn-apruebe-su-reapertura/ (27-4-2016)

http://www.noticiasdealava.com/2016/04/27/araba/endesa-asegura-que-la-decision-sobre-garona-sera-empresarial (27-4-2016)

http://www.europapress.es/economia/energia-00341/noticia-prado-endesa-vincula-futuro-garona-decision-empresarial-20160426154659.html (26-4-2016)

[5] Véase http://www.congreso.es/public_oficiales/L11/CONG/BOCG/D/BOCG-11-D-62.PDF

 

[Miguel Muñiz es miembro de Tanquem Les Nuclears-100% EER, y mantiene la página de divulgación energética http://www.sirenovablesnuclearno.org/]

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2016

¿Cómo viven los vivos con los muertos? Hasta que el capitalismo deshumanizó a la sociedad, todos los vivos esperaban la experiencia de la muerte. Era su futuro final. Los vivos eran en sí mismo incompletos. De esa forma vivos y muertos eran interdependientes. Siempre. Sólo una forma de egotismo extraordinariamente moderna rompió esa interdependencia. Con consecuencias desastrosas para los vivos, ahora pensamos en los muertos en términos de los eliminados.

John Berger
Doce tesis sobre la economia de los muertos (1994)

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