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Notas

Desde mi barrio, 4

América Latina: los retos del “Buen vivir”

Garzón como síntoma

Cuaderno de crisis / 25

Llamamiento a la convergencia y a la acción: ¡hay que hacer frente al abuso!

Informaciones

Vae victis! ¡ay de los vencidos!

La utopía poética. entrevista  a Rabah Ameur-Zaïmeche

Comentarios prepolíticos: 1. Relato

¿Superará la izquierda catalana el delirio identitario?

El travestismo empresarial en el nuevo modelo de gobierno estatal

Cuaderno de crisis / 24

Olot: el contexto de dos tragedias

Cajón Desastre

Informaciones

Informaciones

Noam Chomsky en la televisión iraní: "La invasión de Afganistán fue ilegal, ya que nunca ha habido pruebas de que los autores del 11-S planificaran los atentados en ese país"

La enseñanza no es una excepción

Tanques Leopard made in Spain para Arabia Saudí

A vueltas con el Sahara

Cuaderno de crisis / 23

Cajón Desastre

El chantaje en Grecia y el gasto militar

Tormentas monetarias

Deberes pendientes: el control de las corporaciones transnacionales

Cuaderno de crisis / 22

Informaciones

Gente que viene, gente que va...

Carta abierta al conseller Joan Saura

Intervención en apoyo a la huelga general del 29-S

De tigre a ratón

Una "lección de cosas"

Las expulsiones de ciudadanos europeos de etnia gitana

Cuaderno de crisis / 21

Cajón Desastre

Carta al jefe del Estado español

Una investigación pendiente

Por la recuperación del derecho laboral como elemento de justicia e igualdad

Nuestro problema

Cuaderno de crisis / 20

Cajón Desastre

Un estreno

Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra

18 Muestra Internacional de Cine de Mujeres de Barcelona

Saramago

La principal conversión que los condicionamientos ecológicos proponen al pensamiento revolucionario consiste en abandonar la espera del Juicio Final, el utopismo, la escatología, deshacerse del milenarismo. Milenarismo es creer que la Revolución Social es la plenitud de los tiempos, un evento a partir del cual quedarán resueltas todas las tensiones entre las personas y entre éstas y la naturaleza, porque podrán obrar entonces sin obstáculo las leyes objetivas del ser, buenas en sí mismas, pero hasta ahora deformadas por la pecaminosidad de la sociedad injusta.

Manuel Sacristán Luzón
Comunicación a las jornadas de ecología y política («mientras tanto», n.º 1, 1979)

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