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Notas

Es hora de reconquistar derechos, combatir el pesimismo y cambiar la contrarreforma laboral

Respuesta masiva, intensa y prolongada

Falacia ministerial

Observatorio de Salud: 2

Observatorio de Salud: 1

Consulta Popular 15M

Comentarios prepolíticos: 6

Cuaderno de depresión: 6

SOPA, PIPA y Sinde, una opción para el debate sobre la socialización de la cultura

Pasado y presente de la derecha catalana

Malos olores

Ultraderecha y “chovinismo del bienestar”: una hipótesis sobre España

Recortes de Rajoy: las mujeres cargan con la peor parte

Eduardo T. D.

Inmigración, servicios públicos y prestaciones sociales: de la demagogia racista a la discriminación institucional

La política fiscal común y la europeización de la pobreza

Salir del Euro…

Comentarios prepolíticos: 5

Cuaderno de depresión: 5

Técnica y valores: entre la fregona y el robot

De tod@os y para tod@s

En España no sobran funcionarios sino defraudadores y los dirigentes patronales que los encubren

La contrarreforma laboral que prepara el gobierno del partido popular

Grandes rebajas 2011

Italia en el huracán de la crisis: de la dimisión de Berlusconi al nuevo gobierno de Monti

Contra el paternalismo

Los fecundos ochenta años de Josep Fontana

Elecciones del chantaje y el miedo

El racismo: crónica desde Cataluña

Cuaderno de depresión: 4

Carta de la Redacción

Lynn Margulis y el 11-S

Trabajando por un punto de inflexión: reapropiémonos de nuestras vidas

Hay vida inteligente en las facultades de Economía

Debilidad de la cultura política

La barbarie cotidiana

Por alusiones

Y de repente, despertamos

Comentarios prepolíticos: 4

Cuaderno de depresión: 3

Globalización neoliberal y democracia

Elementos para un mapa de situación

Las primarias del Partido Socialista: el culebrón de este otoño francés

Estos que vuelven son aquellos

Conflicto de la enseñanza pública

La diferencia fundamental [de la cultura obrera] con la cultura de los intelectuales que tan odiosa me resultaba es el principio de modestia. El militante obrero, el representante obrero, aunque sea culto, es modesto porque, se podría decir, reconoce que existe la muerte, como la reconoce el pueblo. El pueblo sabe que uno muere. El intelectual es una especie de cretino grandilocuente que se empeña en no morirse, es un tipo que no se ha enterado que uno muere, e intenta ser célebre, hacerse un nombre, destacar… esas gilipolleces del intelectual que son el trasunto ideal de su pertenencia a la clase dominante.

Manuel Sacristán Luzón
M.A.R.X, p. 59

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