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Notas

Meridiano de género: 1

CiU defensa un Estat impropi

Federalismo republicano

Cuaderno de depresión: 14

La privatización del Hospital Clínic de Barcelona: ¿un nuevo escándalo sanitario?

Comentarios prepolíticos: 11

Qué son y cómo tributan las Sicav

Observatorio de Salud: 7

Wert no es un ministro: es un mal payaso

Hacia la huelga general europea

Negruras de España

Eurobarcevegas, Barcelona World o la falacia del mal menor

Sobre federalismo(s), derecho(s) a la autodeterminación e independencia(s)

Comentarios prepolíticos: 10

Principio de un orden nuevo

Cuaderno de depresión: 13

Observatorio de Salud: 6

Cataluña: la epidemia de las emociones

Luces y sombras en la vida de Santiago Carrillo

Otoño feroz

El Parc Agrari del Baix Llobregat: un futuro de casinos o campesinos

Desde la izquierda no se puede seguir haciendo política como hasta ahora

En recuerdo de Paco Fernández Buey

Frente a la política de austeridad, activación de la ciudadanía

Ideas para un programa rojo, verde y violeta

Cuaderno de depresión: 12

Paco Fernández Buey (1943-2012): in memoriam

Pasado y presente del IVA en España

El origen de los derechos laborales

Observatorio de Salud: 5

Andrés Bódalo, un héroe de la vida cotidiana

Contrarreforma Patriarcal en nombre de la ecología

En la muerte de Paco Fernández Buey

Anotaciones sobre Europa

Por la regeneración/democratización de la vida política

El infierno en agosto

Paco Fernández Buey: arden las pérdidas

Unas notas sobre la reforma laboral en la República Bolivariana de Venezuela y la contrarreforma laboral en el Reino de España

Cuaderno de depresión: 11

El fútbol y los impuestos

Jóvenes infelices

¿Emprendedores y empresarios? No, gracias

Conflicto minero en Asturias

Terrorismo financiero al alza: los millones que faltan en el Sur hambriento

México no quiere un Cancún en Baja California

La diferencia fundamental [de la cultura obrera] con la cultura de los intelectuales que tan odiosa me resultaba es el principio de modestia. El militante obrero, el representante obrero, aunque sea culto, es modesto porque, se podría decir, reconoce que existe la muerte, como la reconoce el pueblo. El pueblo sabe que uno muere. El intelectual es una especie de cretino grandilocuente que se empeña en no morirse, es un tipo que no se ha enterado que uno muere, e intenta ser célebre, hacerse un nombre, destacar… esas gilipolleces del intelectual que son el trasunto ideal de su pertenencia a la clase dominante.

Manuel Sacristán Luzón
M.A.R.X, p. 59

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