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Notas

En 2020, ¿primeras Olimpiadas Radioactivas de la historia de la humanidad?

Desafíos de la protesta social

Información y propaganda en relación con Siria

Un poder judicial tutelado

Aproximación al Poder Judicial en España

Pietro Barcellona: un singular filósofo político y del derecho

Clío en horas patrias

No seamos idiotas

Comentarios prepolíticos: 17

¿Nueva fase? Viejas malas políticas

Los impuestos también se van de vacaciones

La mezcolanza de lo público y lo privado en la UE

Ética sin política

Excepcionalidad, dignidad humana y ordenamiento jurídico internacional

Lucha y ejemplo en Frederick Douglass

Las críticas a la clase gobernante son legítimas

Menudencias de verano

Algo se mueve en Brasil

La fase actual

Las ejecuciones extrajudiciales mediante drones

El error de unos pocos, el sacrificio impositivo de muchos

El nuevo número de identificación de los antidisturbios: un ejemplo más del derecho policial del enemigo

El laicismo y el PSOE

Alguien tendría que dimitir. Carta abierta a la dirección de CC.OO.

Cuaderno de depresión: 22

Percepción catastrofista y acción colectiva progresista

Cuaderno de depresión: 21

Comentarios prepolíticos: 16

¿Qué me importa a mí que la nación sea soberana, si el verdugo me da garrote?

El abuso propagandístico de los valores

Derechos de autor en Internet: un debate complejo

¿Qué alternativas reales?

Una simulación de transición a un modelo energético 100% renovable

La escuela de la ignorancia

¿Lecciones desde Cuba?

Comentarios prepolíticos: 15

Cuaderno de depresión: 20

La modificación de la Ley de Costas

Los indultos del gobierno español durante 2012: un panorama preocupante

Desafíos para el sindicalismo

Ley Wert: Iglesia, empresa y democracia

Construir la alternativa

Una visión distinta del origen del paro

Los afluentes del Duero y las competencias docentes

El Mediterráneo en llamas

La diferencia fundamental [de la cultura obrera] con la cultura de los intelectuales que tan odiosa me resultaba es el principio de modestia. El militante obrero, el representante obrero, aunque sea culto, es modesto porque, se podría decir, reconoce que existe la muerte, como la reconoce el pueblo. El pueblo sabe que uno muere. El intelectual es una especie de cretino grandilocuente que se empeña en no morirse, es un tipo que no se ha enterado que uno muere, e intenta ser célebre, hacerse un nombre, destacar… esas gilipolleces del intelectual que son el trasunto ideal de su pertenencia a la clase dominante.

Manuel Sacristán Luzón
M.A.R.X, p. 59

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