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Notas

Los accidentes de trabajo: asumir riesgos por tener que trabajar (2ª parte)

La nueva "cuestión social"

Reflexión amarga con motivo de la muerte de Mandela

Salir de la pesadilla del euro

El cine militante en Catalunya (1968-1978)

El rey, Armada y el 23-F

Ideas para una fiscalidad ecológica: 1

¡Qué sindicatos aquéllos!

Apuntes sobre el tratado de libre comercio UE-EE.UU.

La Ley del Emprendedor y el auge de la defensa del interés propio

Partidos y movimientos sociales en un terreno confuso

Capitalismo etéreo: de subcontratas, fondos financieros y autoritarismo tecnocrático

Obligación y voluntariedad de la asignatura de Religión

Varsovia, noviembre de 2013. El colapso definitivo de un modelo

Un maestro y un niño

¿Tiene remedio el Psoe para la izquierda?

Crisis institucional en la Justicia española: el último justo en Sodoma

Los accidentes de trabajo: asumir riesgos por tener que trabajar

Las víctimas: entre la razón privada y la razón pública

La fiscalidad en el ámbito del fútbol

La regla del juego

La economía, una ciencia posmoderna

La avalancha de dinero no nos sacará del paro masivo

Enajenados

El riesgo de no prepararse para un cambio

Cataluña: en la hipótesis independentista

Derecho penal en las infracciones de los derechos de autor

La educación militar, según Groucho

Comentarios prepolíticos: 18

Tecnología y control

La Europa merkeliana

En 2020, ¿primeras Olimpiadas Radioactivas de la historia de la humanidad?

Desafíos de la protesta social

Información y propaganda en relación con Siria

Un poder judicial tutelado

Aproximación al Poder Judicial en España

Pietro Barcellona: un singular filósofo político y del derecho

Clío en horas patrias

No seamos idiotas

Comentarios prepolíticos: 17

¿Nueva fase? Viejas malas políticas

Los impuestos también se van de vacaciones

La mezcolanza de lo público y lo privado en la UE

Ética sin política

Excepcionalidad, dignidad humana y ordenamiento jurídico internacional

La principal conversión que los condicionamientos ecológicos proponen al pensamiento revolucionario consiste en abandonar la espera del Juicio Final, el utopismo, la escatología, deshacerse del milenarismo. Milenarismo es creer que la Revolución Social es la plenitud de los tiempos, un evento a partir del cual quedarán resueltas todas las tensiones entre las personas y entre éstas y la naturaleza, porque podrán obrar entonces sin obstáculo las leyes objetivas del ser, buenas en sí mismas, pero hasta ahora deformadas por la pecaminosidad de la sociedad injusta.

Manuel Sacristán Luzón
Comunicación a las jornadas de ecología y política («mientras tanto», n.º 1, 1979)

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