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Notas

Seis notas sobre la Liga de Salvini, el partido más leninista del nacionalpopulismo europeo

El cambio de gobierno y la cuestión nuclear

Indiferencia

Devaluación salarial

Coyuntura y estructura. Rodeos en torno a la moción de censura

Algunas cosas sobre la partida nuclear que juegan las élites

Las manifestaciones de los camioneros en Brasil: ¿huelga o lockout?

Disrupción tecnológica y trabajo: ¿disrupción también en el ámbito de las relaciones laborales?

La fe laica como virtud republicana

El blindaje constitucional de la educación concertada

La amenaza de la deuda

Fiscalidad e Iglesia: una cuestión abierta

Medidas para hombres contra las violencias machistas en Andalucía

La pelea por la participación democrática en Barcelona y los límites de la democracia en el capitalismo

Jaque pro-nuclear

Trumponomics

Procesos extraviados

Del happening secesionista a la más absoluta miseria

Cuatro comentarios sobre el debate de las pensiones

Movimientos sociales y representación política: una historia de desamor

Fukushima, siete años

Apuntes sobre el eje verde que se desvanece

Feministas. Intensas, diversas, imprescindibles

La vida contemporánea: entre el endeudamiento y el aseguramiento

Memorias feministas

El arte y sus derechos: entre la censura y lo comercial

Nuclear real, nuclear virtual. Cofrentes como ejemplo

Romper los techos de cristal, despegarse de los suelos pegajosos

Combinación letal: la nueva crisis de la vivienda

Obituario: Jacobo Muñoz

La insuficiente representatividad del parlament

Apuntes sobre la desigualdad: género, clase y estructura salarial

La izquierda alternativa tras el procés

Sobre la tributación del Bitcoin

Hipótesis de un futuro nuclear: 4

Sobre transiciones, expertos, decretos, negociaciones y cuenta atrás de nucleares en 2018

El humo

La desigualdad, en niveles críticos

Salario mínimo y mercado laboral

De elecciones, procesos y comunes

Segregación escolar y social

Acredítenme, por favor

Sin novedad en el euro

Cristiano Ronaldo y Hacienda: evasión o victoria

Hipótesis de un futuro nuclear: 3

La diferencia fundamental [de la cultura obrera] con la cultura de los intelectuales que tan odiosa me resultaba es el principio de modestia. El militante obrero, el representante obrero, aunque sea culto, es modesto porque, se podría decir, reconoce que existe la muerte, como la reconoce el pueblo. El pueblo sabe que uno muere. El intelectual es una especie de cretino grandilocuente que se empeña en no morirse, es un tipo que no se ha enterado que uno muere, e intenta ser célebre, hacerse un nombre, destacar… esas gilipolleces del intelectual que son el trasunto ideal de su pertenencia a la clase dominante.

Manuel Sacristán Luzón
M.A.R.X, p. 59

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