La principal conversión que los condicionamientos ecológicos proponen al pensamiento revolucionario consiste en abandonar la espera del Juicio Final, el utopismo, la escatología, deshacerse del milenarismo. Milenarismo es creer que la Revolución Social es la plenitud de los tiempos, un evento a partir del cual quedarán resueltas todas las tensiones entre las personas y entre éstas y la naturaleza, porque podrán obrar entonces sin obstáculo las leyes objetivas del ser, buenas en sí mismas, pero hasta ahora deformadas por la pecaminosidad de la sociedad injusta.
Revista mientras tanto número 087
Verano
2003
NOTAS EDITORIALES
La derecha hegemónica
Rebajas en las pensiones de jubilación
Brasil con Lula
Cleptocracia
Reflexiones sobre el lenguaje
por María Rosa Borrás
Las razones del movimiento «Nunca Máis»
por Carlos Amoedo Souto
Democracia participativa en las organizaciones y los límites del asamblearismo
por Xavier Godàs
Los derechos en la globalización y el derecho a la ciudad
por Jordi Borja
El ferrocarril como columna vertebral del transporte sostenible
por José Luis Ordóñez
Aldo Leopold: Estética de la conservación
México: 25 años después. Hacia un nuevo entendimiento
por David Barkin
RESEÑA
Giorgio Agamben: la lucidez en tiempos de excepcionalidad
por Gerardo Pisarello
EL EXTREMISTA DISCRETO
Una vida no muy beata
En la muerte de Manuel Vázquez Montalbán
CITA