No parece que tengamos que detallar mucho las razones para emprender una aventura como la de esta revista electrónica que dedicará su atención a asuntos de la vida cultural, social y política. Puede ser más esclarecedor declarar un propósito: olvidos.es pretende hablar, desde una racionalidad tranquila, de los muchos resultados positivos del trabajo de gente que hace cosas, que mantiene un esfuerzo de lucidez, creación y respuesta en un medio como el actual, presidido por la fanatización, la banalización y el cinismo más o menos olímpico. Una de las consecuencias más desagradables y desastrosas de la espectacularización en la que vivimos es precisamente la invisibilidad de todo aquello que puede significar un punto de referencia, una llamada de atención o, por lo menos, un estímulo. Pues bien, de eso se trata: de dar la voz, o de recuperarla en su caso, a los esfuerzos por mantener la tensión de una actividad ilustrada a la altura de nuestro tiempo, empezando por la crítica del presente, la denuncia de la indecencia que ha ocupado y secuestrado el espacio público en una cruzada verdaderamente universal por la aniquilación de cualquier resto de vida inteligente.
La principal conversión que los condicionamientos ecológicos proponen al pensamiento revolucionario consiste en abandonar la espera del Juicio Final, el utopismo, la escatología, deshacerse del milenarismo. Milenarismo es creer que la Revolución Social es la plenitud de los tiempos, un evento a partir del cual quedarán resueltas todas las tensiones entre las personas y entre éstas y la naturaleza, porque podrán obrar entonces sin obstáculo las leyes objetivas del ser, buenas en sí mismas, pero hasta ahora deformadas por la pecaminosidad de la sociedad injusta.