En las páginas de El Viejo Topo, en sus libros y en su revista, tiene cabida todo aquello que inquiete, que inquiera, que incite a la reflexión y, como consecuencia, a la acción, en un mundo que no destaca precisamente por su sentido de la justicia, de la igualdad, de la solidaridad o de la defensa de las libertades. De este modo, El Viejo Topo quiere contribuir a renovar, desde una perspectiva crítica, un panorama que comprende lo económico, lo social, la cultura y la contracultura, la ciencia, el poder y su negación, la política y el pensamiento, dirigiéndose a quienes no se conforman con lo que las cosas parecen, y quieren saber lo que las cosas son.
Vosotros, los que estáis ahí, sí, vosotros, mis contemporáneos que os creéis superiores a
las generaciones precedentes y que os consideráis vacunados contra esta propaganda de
guerra simplista y burda que engañó a nuestros padres, a nuestros abuelos, a nuestros bisabuelos, ¿estáis seguros de que lo que os dicen ha sido así? Haríais mejor examinando más de cerca lo que acaban de deciros vuestros medios de comunicación, porque puede que os lo hayáis tragado ¡No hay que remontarse a 50 o 100 años atrás! sino a ayer mismo, durante la guerra contra Irak, Yugoslavia, Rusia y Palestina.