José Manuel Naredo es sin duda uno de los economistas más importantes del país. Aunque no tiene carrera académica ni tiene un reconocimiento profesional más allá de la economía heterodoxa. Es importante porque su trabajo ha permitido pensar la economía de otra forma. Situándola correctamente en su relación con el resto del mundo natural y mostrando la falta de sentido de gran parte de las ideas económicas convencionales. Y también porque ha explicado y analizado aspectos clave del devenir económico del país, de la especulación y la destrucción de su medio natural.

Este libro recoge muchas de sus ideas anteriores y permite fundamentar cuestiones básicas para el análisis de la crisis energética y social.  Es un libro abierto, con muchas sugerencias, que permiten desmontar gran parte de la verborrea que trata de impedir que tengamos una visión clara de la interrelación entre naturaleza y vida social. Entre otras muchas cosas, incluye una para mí adecuada discusión sobre el uso político del decrecimiento y una explicación bien argumentada de por qué hay que rehusar el uso de indicadores sintéticos tipo PIB.

Aunque difiero en el tratamiento de algunos aspectos —como la carga contra el uso del término “neoliberalismo”— creo que en su conjunto su contenido es esencial para la formación intelectual de una izquierda verde con fundamentos sólidos.