Sabíamos que las bibliotecas están llenas de tratados de ciencia política que, pese a sus diferentes tendencias, coinciden en considerar oro de ley el dictum aristotélico según el cual «para ser humano hay que tener polis». Lo que faltan son estantes que recojan lo que han dicho y pensado quienes se sitúan al margen y son marginados, ya por convicción, ya por imposición.
Charles Simic
Guerra
El dedo tembloroso de una mujer
Recorre la lista de bajas
La noche de la primera nevada.
La casa está fría y la lista es larga.
Todos nuestros nombres están incluidos.
Miedo
El miedo pasa de hombre a hombre
Sin saberlo,
Como una hoja pasa su estremecimiento
A otra.
De golpe todo el árbol tiembla,
Y no hay rastro del viento.
Enero
Huellas de niños
En una ventana helada
De una pequeña escuela.
Un imperio, leí en algún sitio,
Se mantiene mediante
La crueldad de sus prisiones.
[Charles Simic —originalmente Dušan Simić— (1938-2023) fue un poeta, ensayista y traductor serboestadounidense. Nacido en Belgrado, su infancia estuvo marcada por la II Guerra Mundial. En 1954 emigró con su familia a EE. UU. Entre otros galardones, recibió el Premio Pulitzer de Poesía en 1990.]
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3 /
2024