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José María Mena

Eduardo T. D.

Ya le tocaba. Eduardo T.D. es, sin ninguna duda, el personaje de mayor categoría del núcleo duro conservador de la fiscalía madrileña. Siempre fue su líder, aunque otros deseaban o aparentaban serlo. Uno de los más inteligentes de entre ellos, y desde luego el más listo, aunque quizás no el más laborioso.

Es preferible no atribuir a esto último sino a su generosidad la capacidad que ha acreditado, hasta ahora, para estimular a sus compañeros de profesión y convicciones para que ocupen los cargos, no perdurables, de mayor responsabilidad y dificultad.

Así ocurrió con el nombramiento de Juan Ortiz Úrculo, personaje poco brillante de su entorno, como Fiscal General, que duró tan poco que le llamaba Juanito el breve. Eduardo T.D. prefería permanecer en un estable segundo plano, aconsejando. Su dedicación e interés en la crítica cinematográfica le compensaría, probablemente, de este sacrificio.

Tras su figura atildada, su gesto dialogante y sus amables modales cardenalicios, hay una persona reciamente conservadora. No en balde fue hombre de confianza, como jefe dela Secretaría Técnica, del inefable Cardenal, aquel Fiscal General de tiempos de Aznar que se manifestó públicamente, siendo Fiscal General, contra el aborto legal, contra la reforma legal del matrimonio, contra la persecución penal de Pinochet, etc. Y el que destituyó a Carlos Jiménez Villarejo para poner fin a su osadía en la persecución de la gran delincuencia financiera, destitución que fue aplaudida por la Asociación Profesional de Fiscales, entonces liderada por nuestro ahora flamante Eduardo T.D.

Te Deum laudamus…

19 /

1 /

2012

Vosotros, los que estáis ahí, sí, vosotros, mis contemporáneos que os creéis superiores a
las generaciones precedentes y que os consideráis vacunados contra esta propaganda de
guerra simplista y burda que engañó a nuestros padres, a nuestros abuelos, a nuestros bisabuelos, ¿estáis seguros de que lo que os dicen ha sido así? Haríais mejor examinando más de cerca lo que acaban de deciros vuestros medios de comunicación, porque puede que os lo hayáis tragado ¡No hay que remontarse a 50 o 100 años atrás! sino a ayer mismo, durante la guerra contra Irak, Yugoslavia, Rusia y Palestina.

Anne Morelli
Principios elementales de la propaganda de guerra, 2025

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