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Grupo de Diversidad Funcional

Contra el paternalismo

Un comienzo.— En 1982 se declaró el 3 de diciembre como Día Internacional de las Personas con Discapacidad. En 2011, por primera vez, ha habido protestas contra esta huera celebración, que tácitamente discrimina a los discapacitados. Así, por ejemplo, la contestación protagonizada en Barcelona por el Grupo de Diversidad Funcional del Movimiento del 15-M.

La acción consistió en una concentración en la plaza Sant Jaume, con la lectura y reparto de un manifiesto, que se reproduce a continuación. Decidieron leer el manifiesto entre todos los participantes (un párrafo cada uno), pero el rumor de la gente circundante acallaba su protesta. Alguien propuso entonces leerlo todos simultáneamente. Cuando una veintena de voces empezaron a leer el manifiesto hubo un cambio sorprendente en la gente alrededor. De pronto el grupo obtuvo la visibilidad que le otorgaba esa especie de salmo laico.

La acción fue un comienzo. Los que participaron eran evidentemente pocos. Pero todos los movimientos nacieron pequeños. Su capacidad de crecimiento radica en su capacidad de mostrar fehacientemente la razón de su crítica al paternalismo dominante (en la sociedad y en la administración que la gestiona) y la viabilidad de sus propuestas encaminadas a una vida independiente en un universo de libertad, paz y justicia.

Contra el paternalismo

Grupo de Diversidad Funcional

En el llamado “Día internacional de las personas con discapacidad”, el Movimiento del 15-M quiere manifestar que la discapacidad no existe, que la discapacidad es un constructo social que establece relaciones de desigualdad y dominación basadas en la falta de respeto por las diferencias humanas y en el mito del “individuo autónomo” que no necesita de los demás.

Es hora de reconocer que nadie es normal, que todos los cuerpos funcionan de manera diferente pero que sólo algunos son discriminados por este hecho; que lejos de ser un problema, la diversidad humana en general y la diversidad funcional en particular son la característica más profundamente humana que nos define como especie. Somos seres gregarios, vivimos en comunidad, colaboramos para convertir la fragilidad intrínseca de cada ser humano en una misma dignidad humana que nos iguala, que nos une y que nos proporciona las herramientas sociales necesarias para convivir con libertad, paz y justicia.

Basta ya de catalogar a las personas humanas según unas supuestas  “capacidades” que en realidad no son tanto una característica del individuo como el fruto de la interacción de éste con un medio social discriminatorio, excluyente, segregador y opresor. Debemos desplazar el eje de reflexión de las capacidades a la dignidad, de la productividad a la ciudadanía, de la discapacidad a la diversidad funcional, de la caridad a los derechos humanos, del asistencialismo otorgado por caridad a los derechos universales, de facilitar la dependencia a garantizar la vida independiente.

Es por todo ello que las mujeres y los hombres que formamos el Movimiento del 15-M, tanto los que ya tenemos diversidad funcional como el que todavía no, queremos dejar claro que no tenemos nada que celebrar este día 3 de diciembre y que nuestro día es y será el 10 de diciembre, día internacional de los Derechos Humanos. Sólo una semana de diferencia, pero todo un mundo de diferencias. Como diría el añorado Labordeta, ¡a la mierda el día 3, viva el día 10!

¡A la mierda las capacidades, viva la dignidad!

¡A la mierda la productividad, viva la ciudadanía!

¡A la mierda la discapacidad, viva la diversidad funcional!

¡A la mierda la caridad, vivan los derechos humanos!

¡A la mierda el asistencialismo, vivan los derechos universales!

¡A la mierda la promoción de la dependencia, viva la vida independiente!

Barcelona, 3 de diciembre de 2011

3 /

12 /

2011

Mas no por ello ignoramos
que también el odio contra la vileza
desencaja al rostro,
que también la cólera contra la injusticia
enronquece la voz. Sí, nosotros,
que queríamos preparar el terreno a la amistad
no pudimos ser amistosos.

Bertolt Brecht
An die Nachgeborenen («A los por nacer»), 1939

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