La política electoral, si bien no debe desestimarse, no puede ubicarse en el centro de ninguna acción política radical seria, orientada a cambiar las instituciones que sustentan el sistema político, desmantelar las ideologías hegemónicas y fomentar el tipo de conciencia de masas en que habría de basarse un cambio social y político desesperadamente necesario.
Para entender la crisis y salir de ella de otra forma
José A. Estévez Araújo
En esta reseña hablaremos de tres libros interesantes para entender las causas de la actual crisis, la manera como se ha abordado y las soluciones alternativas para salir de ella. Se trata del libro que escribió Andrew Glyn, titulado Capitalismo desatado. Finanzas, globalización y bienestar (CIP-Ecosocial y La Catarata, 2010), el de Joseph Stiglitz: Caída libre. El libre mercado y el hundimiento de la economía mundial (Madrid, Taurus, 2010) y el de Susan George: Sus crisis, nuestras soluciones (Icaria, 2010). Los tres salieron el año 2010. El de Stiglitz lo reimprimió en edición de bolsillo Santillana en 2011.
El libro de Glyn arranca desde mucho antes del crack de 2008. De hecho, el texto se publicó en inglés en 2006. Y su autor murió dos años después. A toro pasado, uno puede encontrar en él todos los factores desencadenantes de la crisis. De los tres trabajos, es el estudio de más largo alcance histórico. Empieza en los años sesenta del siglo pasado y analiza todas las fases y aspectos de la contrarrevolución neoliberal: desde la desregulación a la financiarización de la economía; desde las privatizaciones a la globalización. El autor presta especial atención a los efectos de estos procesos sobre los más débiles. Dedica un capítulo a analizar las transformaciones acaecidas en el mundo del trabajo. Es un libro panorámico, claro, riguroso, crítico y extraordinariamente útil.
El texto de Stiglitz tiene el interés de contar «por dentro» el manejo de la crisis en Estados Unidos. El Premio Nobel de Economía pone de manifiesto la estricta continuidad de las políticas de Obama respecto de las de Bush. También señala las fuentes del poder político de las entidades financieras y su capacidad para paralizar los intentos de regulación en Estados Unidos. El poder político del sistema financiero queda también claramente puesto de manifiesto, en lo referente a Gran Bretaña, en un documento escrito por un grupo de economistas de la Universidad de Manchester (“An Alternative Report on UK Banking Reform”, en http://www.cresc.ac.uk/publications/an-alternative-report-on-uk-banking-reform). Wall Street y la City han conseguido frenar e incluso dar marcha atrás a todos los planes de reforma del sistema financiero que han sido formulados.
Tanto el libro de Stiglitz como el de Susan George son ricos en propuestas alternativas para salir de la actual crisis. Su perspectiva no se limita a la vertiente financiera. El antiguo economista jefe del Banco Mundial y la presidenta de honor de ATTAC tienen un horizonte mucho más amplio. Sus planteamientos son, obviamente, distintos, pero ambos ponen de manifiesto la posibilidad de adoptar políticas económicas radicalmente diferentes de las actuales. El documento de los economistas británicos citado más arriba, así como el manifiesto de los economistas franceses «aterrorizados» (“Manifeste d’économistes atterrés”, en http://atterres.org), amplían el catálogo de medidas alternativas para superar la crisis y reorientar la economía en una dirección social y ecológica. Otra política económica es, por consiguiente, posible.
7 /
2011