La política electoral, si bien no debe desestimarse, no puede ubicarse en el centro de ninguna acción política radical seria, orientada a cambiar las instituciones que sustentan el sistema político, desmantelar las ideologías hegemónicas y fomentar el tipo de conciencia de masas en que habría de basarse un cambio social y político desesperadamente necesario.
Iannis Basilikos
Esperando al Barça
para M.M.
¿Qué hace ese gentío en el estadio?
Es que hoy juega el Barça
¿Por qué amontonáis cerveza y palomitas,
congregados en torno a las pantallas?
Es que hoy juega el Barça
¿Por qué tantos, niños y mayores, visten
camisolas iguales, de colores?
Los colores del Barça. Es que hoy jugarán
¿Por qué los tertulianos no tertulian,
como siempre, ni nos doran la píldora?
Porque hoy es el Barça el que la ha de dorar
¿Y por qué el Rey, el Príncipe e incluso el Presidente
están en ese palco con horteras
en vez de gobernar?
Es por el Barça (mejor que no gobiernen)
y quieren prestigiarse con su seguro triunfo
¿Y por qué tantos nervios, tanto apresuramiento,
tanta noticia deportiva, tanto grito en la radio?
Es porque hoy juega el Barça. No hay otro pensamiento.
¿Por qué de pronto esa inquietud
y silencio (Cuánta gravedad en los rostros.)
¿Por qué la multitud vacía el estadio
y sombría regresa a sus moradas?
Porque la noche cae y no empieza el partido.
Rumores primero, y luego noticiarios, dicen que se acabó,
que ya no hay Barça.
¿Y qué será ahora de nosotros sin Barça?
Esos futbolistas, después de todo,
nos consolaban de nuestra esclavitud.
7 /
2011