La política electoral, si bien no debe desestimarse, no puede ubicarse en el centro de ninguna acción política radical seria, orientada a cambiar las instituciones que sustentan el sistema político, desmantelar las ideologías hegemónicas y fomentar el tipo de conciencia de masas en que habría de basarse un cambio social y político desesperadamente necesario.
El refugio de la memoria
Taurus (edición en catalán por La Magrana),
Madrid,
248 págs.
Giaime Pala
En el boletín de enero, un servidor dio cuenta del libro de Tony Judt Algo va mal, una reflexión dura y honesta acerca del evidente declive de la socialdemocracia europea. Ahora, del mismo Judt, se señala El refugio de la memoria, una recopilación de textos autobiográficos que el historiador británico redactó antes de morir en 2010 por una parálisis muscular progresiva. Se trata, pues, de un testamento vital en el que el autor repasó su vida de forma asistemática pero incisiva, y que le sirvió de excusa para volver a analizar algunos de los fenómenos y movimientos colectivos que han marcado los últimos cincuenta años: el 68, el auge y la desaparición del intelectual comprometido en política, Israel y el conflicto de Oriente Medio, el estilo y el nivel de vida occidental después de 1945 o el surgimiento de la educación de masas. La pluma de Judt era afilada y su vivacidad intelectual, más que notable, por lo que el lector hallará en este libro una serie de consideraciones que le harán meditar sobre el legado sociopolítico del siglo pasado. Sin la menor duda, recomendable.
4 /
2011