¿Cómo viven los vivos con los muertos? Hasta que el capitalismo deshumanizó a la sociedad, todos los vivos esperaban la experiencia de la muerte. Era su futuro final. Los vivos eran en sí mismo incompletos. De esa forma vivos y muertos eran interdependientes. Siempre. Sólo una forma de egotismo extraordinariamente moderna rompió esa interdependencia. Con consecuencias desastrosas para los vivos, ahora pensamos en los muertos en términos de los eliminados.
Ecologistas en Acción
Contra la impunidad de quienes agreden, acosan y persiguen a quienes defienden el planeta
Asistimos a tiempos en los que la violencia contra quienes disienten o plantean alternativas para lograr un mundo más justo, se recrudece.
Denunciamos que ésta es la situación que viven diferentes miembros de la sociedad civil española y, de manera más concreta, destacados miembros del movimiento ecologista. Éste es el caso de Paca Blanco, miembro de Ecologistas en Acción, que desde hace años soporta, en la localidad extremeña de El Gordo, un ataque continuo, un acoso constante y un sinfín de agresiones. Todo ello por oponerse a los intereses especulativos de quienes quieren hacer negocio a golpe de ladrillo, arrebatando de este modo el patrimonio natural común.
Denunciamos a los agresores que la persiguen e insultan, que le arrojan piedras, que intentaron quemar su vivienda con ella dentro. Pero también denunciamos la falta de una respuesta clara y contundente por parte del delegado del gobierno y la inacción del alcalde de esa localidad, que durante años ha mirado hacia otro lado dejando hacer a la especulación de las constructoras.
Denunciamos las palizas y otras brutales agresiones que vienen sufriendo desde hace años Rosa Andradas y su familia, vecinos de San Lorenzo de El Escorial, en Madrid, por oponerse a la construcción de más casas de lo legalmente permitido en unos terrenos anejos a su vivienda. La situación de acoso sufrida por esta familia ha sido de tal brutalidad que, tras una terrible paliza a su hijo mayor y amenazas contra su hijo menor, el marido de Rosa Andradas sufrió un infarto que le produjo la muerte. El entonces arquitecto municipal fue finalmente condenado por esta operación urbanística contra la ordenación del territorio. Sin embargo, el alcalde de esta localidad o la delegada del gobierno han sido incapaces de garantizar la seguridad y la serenidad de Rosa Andradas y su familia.
Denunciamos la persecución, las amenazas y las agresiones contra el patrimonio de Concha Velasco, vecina de Pelayos de la Presa, en Madrid, que denunció la ilegalidad de la M-501. El concejal que la amenazó de muerte y la Comunidad de Madrid ayudaron a crear un ambiente de permanente hostigamiento hacia Concha Velasco. Denunciamos al alcalde de esta localidad, que no ha protegido a esta vecina de las agresiones sufridas. Igualmente, denunciamos la responsabilidad de la delegada del gobierno en la perpetuación de esta situación, ya que no ha hecho nada sustancial para que cese este contexto de miedo y violencia.
Por todo ello, y subrayando apenas algunos casos de los muchos que se extienden a lo largo y ancho de la geografía española:
Denunciamos la hipocresía del Partido Popular, que se rasga las vestiduras ante la inaceptable agresión sufrida por uno de sus consejeros autonómicos, mientras mira hacia otro lado cuando son sus propios munícipes los que participan o guardan silencio ante las agresiones a vecinos y ecologistas que se oponen a intereses especulativos con las únicas armas de la palabra y la razón, como sucede en los tres casos mencionados. Exigimos al Partido Popular que condene la violencia contra estas personas y que depure responsabilidades de quienes han hecho de la complicidad y la agresión un retorno al bautismo político más ultramontano.
Exigimos que las delegaciones del gobierno, y el PSOE como su responsable último, garanticen la integridad real de aquellas personas que, por su compromiso con un mundo mejor, son duramente perseguidas, y advertimos de los riesgos de deterioro democrático si se permite que en nuestros pueblos y ciudades concurran circunstancias de esta naturaleza.
4 /
2011