La principal conversión que los condicionamientos ecológicos proponen al pensamiento revolucionario consiste en abandonar la espera del Juicio Final, el utopismo, la escatología, deshacerse del milenarismo. Milenarismo es creer que la Revolución Social es la plenitud de los tiempos, un evento a partir del cual quedarán resueltas todas las tensiones entre las personas y entre éstas y la naturaleza, porque podrán obrar entonces sin obstáculo las leyes objetivas del ser, buenas en sí mismas, pero hasta ahora deformadas por la pecaminosidad de la sociedad injusta.
La política y la justicia del sufrimiento
Trotta,
Madrid,
191 págs.
Joan Ramos Toledano
En este recomendable libro Antonio Madrid hace una reflexión acerca del sufrimiento profunda y contextualizada (en relación al entorno sociocultural), muy atenta a la no siempre clara influencia que lo político y lo jurídico (a pesar de su sólita desatención hacia los que sufren) tienen en la creación y perpetuación de un fenómeno que se muestra desigualmente repartido.
Es en torno a dicha desigualdad, característica de la sociedad global, que se articula la particular visión del autor. Madrid analiza cómo las estructuras jurídico-políticas —aunque no sólo éstas— pueden imponer límites al sufrimiento, de igual modo que pueden suponer la creación y normalización del mismo. Que la tendencia sea más a esto último invita a una necesaria reflexión acerca de lo que, en definitiva, hacemos con aquello que como seres humanos permite vernos como iguales: el dolor.
12 /
2010