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Lobo Feroz agonizante de calor

En telegrama

Ciudadanía en inglés y amiguito del alma.

Hilillos de plastilina.

Muestrario de tejidos. Enviar a Presidencia de la Comunitat Valenciana.

Chapapote.

— ¿De qué lado carga usted?

— A la derecha, naturalmente.

¿Mediando precio? Qué va. Eso, los concejales. Más arriba las cosas funcionan de otra manera.

Poder judicial. Poder y tanto. Prevarica y exonera, que todo se olvida, hasta la memoria.

Boda cheli en El Escorial.

Excelentísimo Señor Senador y Tesorero del Partido Que Dios Confunda (PQDC).

Lamela, que algo queda.

Armas de destrucción masiva cazando rebecos.

Se espían entre ellos, y luego dicen.

País. Paisanaje (del Paisaje más vale no hablar)

9 /

2009

La diferencia fundamental [de la cultura obrera] con la cultura de los intelectuales que tan odiosa me resultaba es el principio de modestia. El militante obrero, el representante obrero, aunque sea culto, es modesto porque, se podría decir, reconoce que existe la muerte, como la reconoce el pueblo. El pueblo sabe que uno muere. El intelectual es una especie de cretino grandilocuente que se empeña en no morirse, es un tipo que no se ha enterado que uno muere, e intenta ser célebre, hacerse un nombre, destacar… esas gilipolleces del intelectual que son el trasunto ideal de su pertenencia a la clase dominante.

Manuel Sacristán Luzón
M.A.R.X, p. 59

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