La política electoral, si bien no debe desestimarse, no puede ubicarse en el centro de ninguna acción política radical seria, orientada a cambiar las instituciones que sustentan el sistema político, desmantelar las ideologías hegemónicas y fomentar el tipo de conciencia de masas en que habría de basarse un cambio social y político desesperadamente necesario.
Jean-Luc Godard y el grupo Dziga Vertov (1968-1974), por los colegas de aquellos años de Jean-Luc Godard
Intermedio,
Barcelona,
La Puri (de la Oficina Soviética para el Cine)
¡Albricias! El cofre está que arde, pues acaba de salir del horno. Las películas del Grupo Dziga Vertov en vídeo, y… somos los primeros en tenerlo. ¡Ahí es nada! Después dirán que los españolitos no tenemos cofres fetén donde elegir. (Claro que, con lo cabezas de chorlito que sois, a veces me pregunto si elegís bien. ¿Elegís bien? Mucho me temo que no). Bueno, ahora va y os sirven en bandeja todo lo que pergeñaron Godard y allegados entre 1968 y 1974, a excepción de Todo va bien que la hicieron para las salas de cine. O séase: Una película como cualquier otra (1969), British sounds (1969), Pravda (1969), Viento del este (1969), Luchas en Italia (1970), Vladimir y Rosa (1970), One parallel movie (1971), Carta a Jane (1972), Aquí y en otro lugar (1974) y, encima, un anuncio, Schick (1971)… para afeitarse, vamos. ¿Para qué sirve este cofre? Pues, por ejemplo, para contestar cómo se podía llevar a la práctica la consigna de Godard en La chinoise: ¡crear uno, dos, tres Vietnam en el cine! Que una cosa es predicar y la otra dar trigo. Por ejemplo, ¡y muy adecuado para estas fechas del cincuentenario!, sirve para saber qué hizo un maestro del cine (porque Godard lo es, ¿o hay que contar también esto?) después del Mayo del sesenta y ocho. Porque, vale, mayo fue una fiesta, pero ¿y después? ¿Qué pasó después? ¿Quién puso el lavavajillas y, sobre todo, cómo empezó a barrer?
Desde el brillante travelling inicial de British sounds hasta la amarga constatación del fracaso (de la lucha palestina, de la solidaridad y del izquierdismo) de Aquí y en otra parte, de todo un poco hay en estas diez películas. Pero, claro, si os habéis creído que os las voy a contar una detrás de otra, estáis muy, pero que muy equivocados. No seáis niñatos: compraros el cofre, coged la película que queráis, y vedla con tranquilidad. Cuando la hayáis visto, fijo que sabréis más de cine que antes. Por lo menos, en la filmoteca, cuando las pasaron, esta fue la experiencia que nos impactó. El personal discutiendo y poniendo en común lo que habían visto. Parecía un público de otras épocas, la verdad. Tendría que haber un crítico que contase estas cosas que pasan en las salas. Pero, claro, no había ningún crítico a cien leguas a la redonda, y capaz de contar las oportunidades que se perdía quien no acudía a las sesiones dedicadas al Grupo Dziga Vertov. Es verdad: una pena, una lástima, una catástrofe. Entre otras cosas, porque lo que no sale en los papeles no existe. Así de sencillo. Bueno, será que los críticos ignoraban quién era Godard, digo yo. Será eso. Pero vosotros no hagáis el tonto de esta guisa, que os lo he advertido. Sería como perderos la Retrospectiva de Larisa Sheptiko en la Mostra de Films de Dones, cuando se os ha advertido de que es de rechupete. Pues eso: ¡que lo sepáis!
6 /
2008