La política electoral, si bien no debe desestimarse, no puede ubicarse en el centro de ninguna acción política radical seria, orientada a cambiar las instituciones que sustentan el sistema político, desmantelar las ideologías hegemónicas y fomentar el tipo de conciencia de masas en que habría de basarse un cambio social y político desesperadamente necesario.
Casi todo lo que usted desea saber sobre los efectos de la energía nuclear en la salud y el medio ambiente
El Viejo Topo,
Mataró,
Xavier Pedrol
El tema nuclear ha regresado a la actualidad. Por un lado, desde poderosas instancias se han elogiado las supuestas ventajas de este tipo de energía. El mismísimo George Bush la presentaba hace unos meses como la mejor alternativa a las energías fósiles ya que “no contamina ni contribuye al cambio climático”. A su vez, diversos periódicos y revistas divulgativas —políticas, científicas y ecologistas— informaban sobre La venganza de la Tierra, el último libro de James Lovelock, creador de la hipótesis Gaia, en el cual manifestaba su apoyo a la energía nuclear. Por otro lado, hace unos días, los periódicos informaban de un accidente, todavía poco aclarado, en la central nuclear de Ascó que alertaba una vez más a la población poniendo desgraciadamente de manifiesto la imposibilidad de vivir en paz con nucleares.
En este contexto, parece fuera de toda duda la necesidad de informarse sobre este tema y obtener buenos argumentos para poder seguir exclamando: “¿Nucleares? ¡No, gracias!” Y este oportuno libro constituye una inmejorable herramienta para ello. Una larga conversación, dividida en quince apartados, entre S. López Arnal y E. Rodríguez Farré, compone su parte central. En ella, el profesor y filósofo López Arnal dialoga sobre los principales temas que aparecen en el debate sobre la energía nuclear con Rodríguez Farré, médico experto en toxicología y veterano luchador antinuclear: desde el funcionamiento de una central hasta su aplicación armamentística, pasando por el problema generado por los residuos. Convencidos ambos de que la ciencia “asentada y públicamente transparente” es “un aliado imprescindible para la búsqueda de nuevas formas económicas y energéticas, respetuosas con el medio ambiente y con los seres humanos, que posibiliten una vida mejor”, el lenguaje, a lo largo de la entrevista, es claro y accesible (para los escasos pasajes técnicos que contiene se ha tenido el detalle de preparar al final del volumen un glosario, además de ilustrativos anexos).
Acompañan a esta interesante conversación, otros buenos textos: a modo de prefacio, abre el volumen un escrito de Jorge Riechmann, donde reflexiona sobre el impacto del último libro de Lovelock en la conciencia ecologista (“La reflexión reciente de James Lovelock ¿obligaría a abandonar las posiciones básicas del movimiento ecologista?”). Le sigue un estupendo prólogo de Enric Tello, en el que se presenta al libro como un buen instrumento para forjar la necesaria resistencia cívica frente al “realismo fantasmagórico” de los poderosos grupos de presión pro-nucleares. Cierran el volumen textos de Santiago Alba Rico (“Günther Anders, Claude Eatherly: ciencia y conciencia”), Joaquim Sempere (“¿Cómo orientarse ante el final de las energías fósiles?”) y Joan Pallisé, quien nos recuerda que las consecuencias del debate nuclear “son demasiado importantes para dejarlas exclusivamente en manos de los expertos”. La conclusión, pues, está servida: hay que leer este libro y recomendarlo. ¡Mejor activos hoy que mañana radioactivos!
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2008