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El 68 (francés) en DVD

Carles Mercadal

Llegamos ya a las cuarenta primaveras de aquel mayo de 1968 en que se buscó la playa bajo los adoquines de las calles de París. Aunque, por poner sólo un ejemplo, Robert Bresson rodó Une femme douce en la capital francesa sin prestar la menor atención a la convulsión que estaba teniendo lugar en ese preciso momento, el mundillo del cine francés no fue ajeno al acontecimiento —con el precedente del affaire Langlois a raíz de su destitución como director de la Cinemateca por parte del entonces ministro de Cultura, André Malraux, y el posterior boicot de los cineastas en el Festival de Cannes—, y algunos de sus representantes más destacados se embarcaron en novedosos proyectos cinematográficos políticamente militantes y formalmente transgresores en que la figura del director se diluía en el anonimato del colectivo; es el caso de los Grupos Medvedkin y sus documentales sobre la vida fabril y las huelgas obreras de Besançon y Sochaux (impulsados por Chris Marker, Jean-Luc Godard, Bruno Muel y otros, con el precedente del grupo SLON y el destacable filme colectivo Loin de Vietnam, de 1967) o del Grupo Dziga Vertov (Godard de nuevo y Jean-Pierre Gorin, en plan maoístas impenitentes). Sin olvidar, claro está, los ciné-tracts, breves documentales contrainformativos sobre la revuelta en las calles de París, tras los que se ocultaban de nuevo, entre otros muchos, Godard, Marker o Alain Resnais. 

A la espera de disponer aquí en DVD de estos trabajos cinematográficos más genuinamente deudores de la efervescencia revolucionaria del 68 (¡ojo al dato!: el prometido cofre de Intermedio sobre Godard y el Grupo Dziga Vertov está previsto que salga a la venta este mismo mes de mayo; el correspondiente a los Groupes Medvedkine sigue sólo disponible en la versión francesa), amén de otros títulos emblemáticos de la resaca post-68 (destaquemos Mourir à 30 ans, dirigida en 1982 por Romain Goupil, reconvertido ahora, por cierto, en uno de los jaleadores de Sarkozy junto con otros inefables de la intelectualidad mediática francesa), poco más se ha editado en DVD por estos lares que entronque con los sucesos de mayo, con el agravante añadido, para quien desee una aproximación más directa a los hechos, de tratarse solamente de obras de ficción. Ahí va, pues, una lista brevemente razonada de esas películas y de algunas otras obras, sólo disponibles en francés, que sí poseen un carácter documental: 

Jean-Luc Godard
La chinoise
1967; Filmax, 2006

Premonitorio y ambivalente retrato de una célula maoísta en el París anterior al 68 y de sus elucubraciones ideológicas. Si no estuviéramos advertidos de que Godard comulgaba con esta tendencia política, en muchos momentos podríamos pensar que se trata de una ácida parodia.

Louis Malle
Milou en mayo
1989; Avalon-Fnac, 2006

El mayo vivido desde la distancia por una acomodada familia de provincias. Teniendo en cuenta el año de producción, cabe destacar que Malle pusiera a los intérpretes a entonar “La internacional”

Bernardo Bertolucci
Soñadores
2003; Lauren Films, 2006

El señor Bertolucci perpetró esta película con la intención de deleitarnos con los aspectos erótico-festivos del mayo francés. Aunque no cabe duda de que existieron, Soñadores es tramposa y funcional al discurso actualmente dominante, en que todo análisis político de los hechos –vade retro– cede paso a un énfasis en la afirmación de la identidad individual y sexual de la juventud de la época.

Philippe Garrel
Les amants réguliers
2004; Intermedio, 2007

En parte con el propósito de ofrecer un contrapeso a la anterior, Philippe Garrel tomó literalmente prestados el atrezo y a uno de los intérpretes de Soñadores —su hijo Louis Garrel— para retratar las desventuras de un joven bohemio, poeta de inclinaciones anarquistas e insumiso al ejército francés. Aquí la premisa ya no es la política como pretexto para mojar, sino un recorrido por el proceso de desencanto a raíz de los fracasos colectivos (en las barricadas del Barrio Latino) y de los fracasos personales (en la posterior relación amorosa a la que el protagonista recurre como tabla de salvación).

Les Groupes Medvedkine
1967-1973; Éditions Montparnasse, 2006

Algunos de los directores más destacados de la época ponen sus medios y conocimientos cinematográficos a disposición de los obreros en huelga para que expliquen por sí mismos sus condiciones de vida y sus reivindicaciones. Incluye el documental Á bientôt j’espère sobre la ocupación de la fábrica Rhodiaceta de Besançon en el 67, precedente de lo que vendría un año después.

William Klein
Grands soir et petits matins
1978; GCTHV, 2004

Pasados diez años, el fotógrafo William Klein montó las imágenes que, por encargo de los “Estados Generales del Cine”, había tomado del enfrentamiento entre los estudiantes y los antidisturbios de los CRS en el Barrio Latino de París.

Hervé Le Roux
Reprise
1996; Éditions Montparnasse, 2006

Al modo en que Joaquim Jordà abordaría después su obra Veinte años no es nada, Hervé Le Roux localizó a una mujer que, en un breve documental rodado en el ocaso del movimiento huelguístico del 68 en la fábrica de pilas Wonder, se negaba a volver al trabajo por sentirse traicionada por los sindicatos. Ésta es su historia y la de sus compañeros casi treinta años después.

5 /

2008

Mas no por ello ignoramos
que también el odio contra la vileza
desencaja al rostro,
que también la cólera contra la injusticia
enronquece la voz. Sí, nosotros,
que queríamos preparar el terreno a la amistad
no pudimos ser amistosos.

Bertolt Brecht
An die Nachgeborenen («A los por nacer»), 1939

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