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El devenir del sindicalismo y la cuestión juvenil

Talasa,

Madrid,

223 págs.

Antonio Madrid

Una encuesta de 2005 del CIS sobre la juventud española aportaba los siguientes datos estadísticos: de las personas ocupadas cuya edad estaba comprendida en la franja de 16 a 24 años, el 5,3% estaban afiliadas a algún sindicato; en la franja de 25 a 29 años, el 10,2%, llegando al máximo del 23,3% en la franja de 55 y más años.

Si se tiene en cuenta el nivel de estudios, la tasa de afiliación más elevada corresponde al grupo con un nivel de estudios universitarios. También corresponden a este grupo los mejores resultados en cuanto al conocimiento sobre la actividad sindical.

Por sectores de actividad, los sectores que tienen un mayor índice de afiliación son (según la fuente citada): Administraciones públicas (34,7%), Educación (29%), Actividades sanitarias y veterinarias (28,1%), Intermediación financiera (27,4%), etc. Los sectores con menor afiliación son: Personal que presta servicios domésticos (3,6%) y Construcción (6,9%).

El libro de Antonio Antón aborda la situación actual del sindicalismo español, utilizando para ello distintas fuentes, entre otras la encuesta apuntada. Se sitúa cronológicamente en los años setemta para, después de explicar las distintas fases que ha atravesado el sindicalismo, llegar al periodo actual. Junto a las situaciones coyunturales explica las grandes cuestiones de fondo que han de afrontar las organizaciones sindicales. Entre ellas, la relación entre los biográficamente hoy jóvenes y los sindicatos.

Se trata de un estudio, en ocasiones repetitivo, que contribuye a hacer dos cosas relevantes: formarse una idea de la discusión teórica acerca de la situación actual de los sindicatos y de cuál será y/o ha de ser su evolución futura y, en su caso, plantear, como resultado de esta discusión, cuáles han de ser la líneas de acción sindical a desarrollar.

9 /

2007

La principal conversión que los condicionamientos ecológicos proponen al pensamiento revolucionario consiste en abandonar la espera del Juicio Final, el utopismo, la escatología, deshacerse del milenarismo. Milenarismo es creer que la Revolución Social es la plenitud de los tiempos, un evento a partir del cual quedarán resueltas todas las tensiones entre las personas y entre éstas y la naturaleza, porque podrán obrar entonces sin obstáculo las leyes objetivas del ser, buenas en sí mismas, pero hasta ahora deformadas por la pecaminosidad de la sociedad injusta.

Manuel Sacristán Luzón
Comunicación a las jornadas de ecología y política («mientras tanto», n.º 1, 1979)

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