La diferencia fundamental [de la cultura obrera] con la cultura de los intelectuales que tan odiosa me resultaba es el principio de modestia. El militante obrero, el representante obrero, aunque sea culto, es modesto porque, se podría decir, reconoce que existe la muerte, como la reconoce el pueblo. El pueblo sabe que uno muere. El intelectual es una especie de cretino grandilocuente que se empeña en no morirse, es un tipo que no se ha enterado que uno muere, e intenta ser célebre, hacerse un nombre, destacar… esas gilipolleces del intelectual que son el trasunto ideal de su pertenencia a la clase dominante.
Revista Sin Permiso. República y socialismo también para el siglo XXI
Antonio Madrid
La revista que ya hace algún tiempo comenzó a distribuirse en formato electrónico, está ahora disponible en papel. El formato impreso de esta revista será semestral. En su número 1 se puede encontrar, además de la carta de presentación de la redacción, artículos, entrevistas, aportaciones y comentarios de libros y cine. Bienvenida sea esta iniciativa.
11 /
2006