Vosotros, los que estáis ahí, sí, vosotros, mis contemporáneos que os creéis superiores a
las generaciones precedentes y que os consideráis vacunados contra esta propaganda de
guerra simplista y burda que engañó a nuestros padres, a nuestros abuelos, a nuestros bisabuelos, ¿estáis seguros de que lo que os dicen ha sido así? Haríais mejor examinando más de cerca lo que acaban de deciros vuestros medios de comunicación, porque puede que os lo hayáis tragado ¡No hay que remontarse a 50 o 100 años atrás! sino a ayer mismo, durante la guerra contra Irak, Yugoslavia, Rusia y Palestina.
Los derechos humanos como productos culturales. Crítica del humanismo abstracto
Los Libros de la Catarata,
Madrid,
296 págs.
Antonio Giménez Merino
Escrito desde una concepción antropológica amplia, negadora la superioridad de la cultura occidental sobre el resto, la principal baza de este nuevo estudio sobre los derechos humanos consiste en tratarlos como los productos culturales, históricos, que son. Herrera se ocupa de mostrar la ambivalencia de los mismos dentro del contexto cultural moderno en el que se hallan insertos: como entidades funcionales a las relaciones de dominación social, étnica, territorial y sexual (aspecto ya tratado en su también reciente De habitaciones propias y otros espacios negados, Universidad de Deusto, 2005); pero también como canales para movilizaciones populares de signo antagónico. De esta manera, en el libro se abre paso una concepción dinámica de los derechos humanos que atiende al “principio de dignidad” de todo ser humano, y no al habitual humanismo abstracto, para postular una interpretación de los derechos universales que tenga en cuenta las desigualdades reales en el grado de distribución de poder entre las personas y en el correspondiente acceso a las necesidades básicas, aspectos que impiden una vida “digna” a la mayoría.
1 /
2006