La política electoral, si bien no debe desestimarse, no puede ubicarse en el centro de ninguna acción política radical seria, orientada a cambiar las instituciones que sustentan el sistema político, desmantelar las ideologías hegemónicas y fomentar el tipo de conciencia de masas en que habría de basarse un cambio social y político desesperadamente necesario.
¡Bolkestein vuelve!
Desde hace casi dos años, el Parlamento Europeo y el Consejo de la Competencia debaten el proyecto de directiva sobre los servicios en el mercado interior propuesto por la Comisión Europea (la famosa Directiva «Bolkestein»). El debate se encuentra ahora en una fase crucial ya que el 22 de noviembre habrá tenido lugar la votación por la Comisión del Mercado interior y la Protección del Consumidor (IMCO) del Parlamento. El Parlamento debería adoptar a continuación su dictamen en 1ª lectura en la sesión plenaria de enero de 2006 (ya está prevista una gran movilización para esta fecha).
Paralelamente, el Consejo de la Competencia se reúne el 28 de noviembre para sintetizar las posturas de cada uno de los 25 Estados miembros acerca de los artículos delicados.
En el estado actual, el proyecto de directiva es inaceptable: no es ni más ni menos que un proyecto de desregulación del mercado de los servicios. Por otra parte, por su campo de aplicación transversal, amenaza el cumplimento de misiones de interés general y el papel regulador de los poderes públicos a escala nacional, regional y local. Por último, la aplicación del principio del país de origen como regla general llevaría a un dumping social, fiscal y medioambiental en toda la Unión Europea.
En definitiva, la directiva Bolkestein representa una amenaza real para el modelo social europeo.
Carta modelo para enviar a los parlamentarios europeos, a los jefes de Estado y de Gobierno de los 25 Estados miembros, a la Presidencia británica y a los representantes de la Presidencia en el Consejo Competitividad:
Estimado señor o señora:
Siento gran preocupación por la propuesta de directiva «Bolkestein» que prevé la apertura total del mercado de los servicios en Europa. Esta concepción de mercantilizarlo todo me parece nefasta. Los servicios de interés general como la educación, la cultura, la salud y el sector audiovisual deben quedar a salvo de las reglas de la competencia. Por esta razón, he firmado la petición http://www.stopbolkestein.org/, cuyas reivindicaciones le ruego que lea.
También espero que las tenga en cuenta en el momento en que usted, su grupo o su partido haya de pronunciarse acerca del tema en el Parlamento Europeo y en el Consejo de la Competencia.
Espero que su opción calme mis inquietudes e impida el desmoronamiento del modelo europeo de sociedad.
12 /
2005