La política electoral, si bien no debe desestimarse, no puede ubicarse en el centro de ninguna acción política radical seria, orientada a cambiar las instituciones que sustentan el sistema político, desmantelar las ideologías hegemónicas y fomentar el tipo de conciencia de masas en que habría de basarse un cambio social y político desesperadamente necesario.
La gran transición. Rusia, 1985-2002
Crítica,
Barcelona,
Paco Fernández Buey
La gran transición es el libro más completo, documentado y sugerente que se ha publicado hasta ahora en castellano sobre los cambios ocurridos en Rusia desde la caída del muro de Berlín y la desaparición de la Unión Soviética. Su autor, Rafael Poch de Feliu, que ha sido corresponsal de La Vanguardiaen Moscú precisamente durante los años de esta transición (ahora es corresponsal en Pequín), aporta aquí informaciones, análisis y reflexiones que con toda seguridad serán de consulta obligada para toda persona que quiera conocer bien lo que ha sido aquella historia singular, sus causas y sus derivaciones más importantes.
Hace tres años, en Tres preguntas sobre Rusia, Poch de Feliu ofrecía explicaciones para entender por qué los resultados de la reforma capitalista en curso estaban siendo tan catastróficos, analizaba el papel de los nacionalismos en el hundimiento de la Unión Soviética y proponía un balance acerca de lo que en aquel mundo quedaba de lo que se llamó socialismo. Ahora, en La gran transición,amplía los interrogantes y aborda prácticamente todos los asuntos relevantes que han sido objeto de debate en Rusia durante los últimos veinte años: desde las causas del fracaso de los primeros proyectos de reforma económica hasta las guerras en Chechenia y desde el significado de la perestroika hasta los motivos de la desintegración de la federación de repúblicas soviéticas pasando por efectos de la catástrofe de Cherbobyl y la valoración de lo que han representando personalidades como Gorbachov, Yeltsin y Putin.
En su análisis de la gran transición Poch de Feliu se ha basado en documentos de primera mano, en memorias publicadas en Rusia durante estos últimos años, en testimonios recogidos por él mismo entre los protagonistas y en opiniones, conjeturas e investigaciones aparecidos en diarios y revistas rusos al hilo de los acontecimientos. Ha hecho su trabajo con muy pocas concesiones al discurso ideológico y con un talante fresco, crítico, distanciado y comparatista que diferencia su libro de la mayoría de las aportaciones recientes procedentes de la sovietología occidental reciclada y de la antigua disidencia resentida o finalmente reconvertida al orgullo gran ruso.
5 /
2003