La política electoral, si bien no debe desestimarse, no puede ubicarse en el centro de ninguna acción política radical seria, orientada a cambiar las instituciones que sustentan el sistema político, desmantelar las ideologías hegemónicas y fomentar el tipo de conciencia de masas en que habría de basarse un cambio social y político desesperadamente necesario.
Ramón Campderrich Bravo
Pequeña guía bibliográfica para comprender mejor la política exterior de George W. Bush
Desde el final de la segunda guerra mundial, la política exterior norteamericana ha sido un factor decisivo en la historia universal. Como es sabido, Estados Unidos gozó en los tiempos de la «guerra fría» de un enorme poder para incidir en la política de los gobiernos europeos y no europeos alineados de grado o por la fuerza con el bloque estadounidense. Los más de cuarenta años de duración de la «guerra fría» llevaron erróneamente a pensar a mucha gente que la política «imperial» norteamericana era un mero subproducto de la política de bloques destinado a contrarrestar el expansionismo soviético y sus pretendidos ideales comunistas. Por esta razón, la mayor parte de la opinión pública en Occidente aplicó ilusoria y precipitadamente el dicho popular conforme al cual «una vez muerto el perro, se acabó la rabia»: desaparecida la Unión Soviética y, con ella, la «guerra fría», Estados Unidos dejaría de practicar su característica política exterior agresiva e intervencionista.
Tras el engañoso intermedio de la Administración Clinton, la política exterior del presidente George W. Bush y su grupo de académicos-burócratas de la derecha radical norteamericana, amparados por el estado de opinión generado por los atentados terroristas islamistas del 11 de septiembre de 2001, ha desvanecido en este último lustro semejante espejismo. Los gobernantes de Estados Unidos han estado pugnando desde los años cuarenta por alcanzar un liderazgo universal indiscutido y una posición hegemónica mundial única, han creído logrados esos objetivos con el hundimiento de la Unión Soviética y, finalmente, a partir de la ascensión de Bush II al poder, han juzgado necesario proyectar y llevar a cabo una política exterior agresiva que revalide una vez tras otra y asegure frente a posibles amenazas futuras esa posición hegemónica mundial supuestamente alcanzada en la década de los noventa.
En resumidas cuentas, la política exterior del gobierno Bush es manifestación de una extrema ambición o hybris «imperial», si bien sus materializaciones sean muy distintas a las del imperialismo colonial europeo de los siglos XIX y XX. Comprender con cierto detalle esa hybris»imperial» y sus portadores es importante porque puede afectar intensamente a nuestras vidas: a fin de cuentas, dicha hybris o ambición desmesurada puede conducir a la correspondiente nemesis, o catástrofe político-social en la que todos nos veamos envueltos en mayor o menor medida. Para ilustrarse acerca de las actuales ambiciones «imperiales» norteamericanas y acerca de sus protagonistas resulta conveniente la consulta de la abundante bibliografía sobre la reciente política exterior de Estados Unidos existente en las librerías. A continuación se va a ofrecer una pequeña selección de esta bibliografía, agrupada según las áreas temáticas que es preciso tener presente para entender esa política exterior.
1 Antecedentes históricos No es posible entender la política de la Administración Bush sin atender a su trasfondo histórico, que, como mínimo, hay que remontar a la intervención de Estados Unidos en la primera guerra mundial (wilsonismo). De entre los muchos libros que se ocupan de este trasfondo histórico, quisiera destacar los siguientes:
- Garcés, Joan E., Soberanos e intervenidos: estrategias globales, americanos y españoles, Madrid, Siglo XXI Editores, 1996. Aunque está centrado en el influjo de la política exterior norteamericana en los gobiernos españoles e iberoamericanos, resulta muy útil para informarse del alcance de las distintas «doctrinas» sobre política exterior de las administraciones estadounidenses desde Franklin D. Roosevelt.
- Lens, S., The Forging of the American Empire, Pluto Press,Londres, 2003. Se trata de la reedición de un libro algo antiguo (1971), pero que tiene el interés de sostener con gran riqueza documental la tesis de que una pretensión «imperial» norteamericana vestida con un discurso universalista está en los mismos orígenes de Estados Unidos y recorre toda su historia.
- Powasky, R.E., La guerra fría. Estados Unidos y la Unión Soviética, 1917-1991, Crítica, Barcelona, 2000. Una completa y equilibrada historia de la guerra fría centrada (a pesar del título) en el análisis de la política exterior norteamericana y sus sucesivas «doctrinas».
- Neale, J., La otra historia de la guerra de Vietnam, El Viejo Topo, Barcelona, 2003. Una magnífica historia de la guerra de Vietnam. La inclusión de una monografía sobre la guerra de Vietnam en esta selección bibliográfica obedece al hecho de que dicha guerra supone un punto de inflexión en la historia norteamericana que está en el origen del actual movimiento neocon.
2 Sobre las elites dominantes en la Administración Bush, responsables de la agenda del presidente en política interior y exterior, destacan, a nuestro juicio, las siguientes obras:
- Tortosa, J.M., Democracia made in USA. Un modelo político en cuestión, Icaria, Barcelona, 2004. Los capítulos 4 y 5 contienen una visión muy sucinta de dos de esas elites más influyentes: los fundamentalistas cristianos y los neocons.
- Roszak, Th., ¡Alerta, Mundo! El nuevo imperialismo norteamericano, Kairós, Barcelona, 2004. La mejor síntesis, a nuestro juicio, de las elites en el poder durante el primer mandato de Bush II.
- Halper, S. / Clarke, J., America Alone. The neo-conservatives and the global order, Cambridge, Nueva York, 2004. Aunque escrita desde una perspectiva conservadora opuesta, eso sí, al presidente Bush, es la monografía más completa en la actualidad sobre losneocons influyentes en la presidencia de George W. Bush de la que tengamos noticia.
3 En cuanto a los objetivos propiamente dichos y al despliegue de la política exterior del gobierno norteamericano en lo que llevamos de siglo, son de mucha utilidad los siguientes estudios:
- Callinicos, A., Los nuevos mandarines del poder americano, Alianza Editorial, Madrid, 2004. No obstante el reductivismo con que el autor trata en ocasiones el objeto de su análisis, es un libro recomendable por su sencillez, por recordarnos cosas obvias, pero importantes, y por contar con un interesante prólogo-introducción del conocido ensayista Joaquín Estefanía.
- Halper / Clarke, America Alone... La ya citada obra de Halper y Clarke se ocupa por extenso de la invasión de Irak (naturalmente, centrándose en el papel jugado por los neocons en dicha invasión).
- Mann, M., El imperio incoherente. Estados Unidos y el nuevo orden internacional, Paidós, Barcelona, 2004. El prestigioso sociólogo norteamericano aplica las categorías sobre el fenómeno del poder acuñadas en su obra capital, Las fuentes del poder social, a la política exterior de Bush II. Es la obra más sistemática y alejada del ensayo periodístico en torno a la actual política «imperial» norteamericana. Contiene extensos capítulos sobre las guerras de Afganistán e Irak, además de sobre temas poco tratados como las relaciones con Corea del Norte.
- Johnson, Ch., Las amenazas del imperio. Militarismo, secretismo y el fin de la república, Crítica, Barcelona, 2004. Un buen complemento a las anteriores obras. Destacan los análisis sobre el complejo militar-industrial estadounidense.
4 Documentos oficiales clave de la Administración Bush.
- No podemos dejar de señalar la existencia de una recopilación de los documentos más relevantes en materia de seguridad interior y política exterior producidos en el primer mandato del presidente George W. Bush, ya se trate de textos legales, discursos presidenciales o informes de think tanks. Nos estamos refiriendo a la obra de los profesores de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla Carlos Alarcón y Ramón Soriano, El nuevo orden americano. Textos básicos, Almuzara, Córdoba, 2004. Su consulta es obligada para toda aquella persona que desee saber en qué mundo le ha tocado vivir.
5 Visión general de la actual pretensión «imperial» norteamericana, de sus posibles vías de futura evolución y de sus posibilidades de éxito a largo plazo.
- Finalmente, se deben indicar dos ensayos que proporcionan esa visión de conjunto. Uno de estos ensayos es el ya citado de Michael Mann, El imperio incoherente. El otro es el libro de Luis de Sebastián que lleva por título Pies de barro. La decadencia de Estados Unidos, Península, Barcelona, 2004. Estos libros demuestran la debilidad de las bases sociales, económicas, ideológicas y político-internacionales del «imperio» americano, lo cual, hasta cierto punto, puede ser un signo de esperanza para el futuro. Pero nos advierten también de las terribles consecuencias que puede tener la combinación de esas debilidades con unas elites muy ambiciosas inconscientes de las mismas y sólo interesadas en el corto plazo.
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2005