La política electoral, si bien no debe desestimarse, no puede ubicarse en el centro de ninguna acción política radical seria, orientada a cambiar las instituciones que sustentan el sistema político, desmantelar las ideologías hegemónicas y fomentar el tipo de conciencia de masas en que habría de basarse un cambio social y político desesperadamente necesario.
La Redacción
Nos han dejado dos compañeros imprescindibles
Son tiempos de un elevado dolor colectivo. La pandemia de la Covid-19 no solo ha sido atroz en sus efectos directos. Ha generado oleadas de efectos indirectos que han tenido en la salud sus aspectos más vistosos. Las personas no solo han enfermado de covid: han padecido también los efectos de una sanidad pública colapsada y mal dotada (fruto de otra pandemia diferente, la de las políticas neoliberales); ha generado una segunda pandemia de enfermedad mental. Los excesos de mortalidad son solo uno de los indicadores más visibles de este drama colectivo.
mientras tanto también está de luto. El fallecimiento de Agustí Roig y Miguel Muñiz nos ha golpeado con dureza. Ambos tenían muchas cosas en común, aunque venían de experiencias diferentes. Los dos tenían una larga tradición militante, en la izquierda política y en movimientos sociales. Ambos llegaron casi de “tapadillo” a formar parte del equipo que hace posible esta revista. Agustí se ofreció a ayudarnos en todo lo que tenía que ver con el uso de redes sociales cuando la mayoría de la redacción éramos unos legos. Sin su ayuda hubiera sido mucho más difícil desarrollar el mientras tanto digital y alcanzar la difusión en redes que él alimentaba. A Miguel, al que conocíamos por su implicación en el movimiento ecologista y antinuclear, simplemente le sugerimos que reforzara esta área de la revista para que se volcara en producir y buscar material con el que hemos generado información y reflexión. Extremadamente rigurosos, ambos eran personas que eludían el protagonismo en aras del trabajo colectivo; que pese a los desencantos acumulados en muchas de las fallidas experiencias de nuestra “izquierda realmente existente”, entendían que un trabajo como el de mientras tanto valía la pena; que aunque conscientes de la dificultad extrema de transformar el capitalismo y salir con éxito de la crisis ecológica, pensaban que solo un trabajo crítico y colectivo lo puede hacer posible.
Su fallecimiento en el breve plazo de algunos meses nos ha dejado desolados. Nos quedamos con la sensación de que pudimos cuidarlos más, de que no supimos expresarles todo el agradecimiento y el cariño que se merecían y que les teníamos. La familia de mientras tanto ha perdido a dos grandes personas. Estamos de luto, pero solo nos queda seguir.
29 /
12 /
2021