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El Lobo Feroz

Mejor que no vuelva

Sería más coherente con sus gestas saber morir fuera de aquí, como su abuelo.

Pero a diferencia de éste sin incitar a nada, ¿de acuerdo?

Después de todo, quedarse fuera sería como decir: «No quiero molestar».

Y le evitaría disgustos del oficio a su hijo, a quien se le podría poner todo más difícil todavía.

Más tarde, mucho más tarde, le podrían traer al panteón que le corresponde, esto si la historia del país se apacigua tanto que se haga con todo pelillos a la mar.

Más tarde quiere decir: cuando no haya gente enterrada en las cunetas, los que fueron asesinados de mala manera.

Creyó que eso no importaba, que aquellos sufrimientos fueron «tristes pero necesarios», y así lo dijo en ocasión solemne.

Debemos tenerle cierta compasión: le aterrorizaba no tener dinero. Ha sido un rico compulsivo.

¿En qué cabeza cabe que pueda volver como si no nos hubiéramos enterado de nada?

Como si no estuviéramos hartos del dinero acumulado deprisa, como si no nos repugnara tanto la gran corrupción.

Es un misterio para este Lobo por qué los que más tienen quieren más. Debe de ser una neurosis pesadísima de sobrellevar, y hasta, como decía, podríamos tenerles compasión si su tener más no significara para otros tener menos. Cuanto más unos, menos otros. No hay misterios. La economía capitalista son vasos comunicantes que tienen la particularidad de no equilibrarse, de ser vasos desequilibrados.

Esa es la palabra.

20 /

12 /

2021

¿Cómo viven los vivos con los muertos? Hasta que el capitalismo deshumanizó a la sociedad, todos los vivos esperaban la experiencia de la muerte. Era su futuro final. Los vivos eran en sí mismo incompletos. De esa forma vivos y muertos eran interdependientes. Siempre. Sólo una forma de egotismo extraordinariamente moderna rompió esa interdependencia. Con consecuencias desastrosas para los vivos, ahora pensamos en los muertos en términos de los eliminados.

John Berger
Doce tesis sobre la economia de los muertos (1994)

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