¿Cómo viven los vivos con los muertos? Hasta que el capitalismo deshumanizó a la sociedad, todos los vivos esperaban la experiencia de la muerte. Era su futuro final. Los vivos eran en sí mismo incompletos. De esa forma vivos y muertos eran interdependientes. Siempre. Sólo una forma de egotismo extraordinariamente moderna rompió esa interdependencia. Con consecuencias desastrosas para los vivos, ahora pensamos en los muertos en términos de los eliminados.
Científicos y académicos de todo el mundo
Una advertencia sobre el clima y el riesgo de colapso social
Como científicos y académicos de todo el mundo, hacemos un llamamiento a los políticos para que aborden el riesgo de perturbaciones e incluso de colapso social. Después de cinco años de fracasos en la reducción de emisiones según el Acuerdo por el Clima de Paris, ahora debemos enfrentarnos a las consecuencias. Aunque las medidas audaces y justas para recortar las emisiones y secuestrar carbono de manera natural son esenciales, investigadores en muchas áreas consideran que el colapso social es un escenario probable durante este siglo. Existen distintas opiniones sobre el lugar, el alcance, el momento, la permanencia y la causa de estas perturbaciones, pero la manera en la que las sociedades actuales explotan a las personas y a la naturaleza es una preocupación común. Solo si los políticos comienzan a debatir esta amenaza de colapso social podríamos comenzar a reducir su posibilidad, su velocidad, su gravedad y sus daños a los más vulnerables, y a la naturaleza.
Algunas fuerzas armadas ya ven el colapso como un escenario importante. Los sondeos muestran que ahora hay mucha gente que espera el colapso social. Desgraciadamente, esa es la experiencia de muchas comunidades en el sur global. Sin embargo, no se informa adecuadamente en los medios, y está casi ausente del dialogo en la sociedad civil y en la política. La gente a quienes les preocupan los temas medioambientales y humanitarios no deberían desanimarse al debatir los riesgos de perturbaciones o de colapso social. Las especulaciones mal informadas sobre los impactos en la salud mental y en la motivación no sostendrán un debate serio. Eso tiene el riesgo de traicionar a miles de activistas cuya anticipación al colapso es parte de su motivación para presionar por un cambio en el clima, en la ecología y en la justicia social.
Algunos de nosotros creemos que una transición a una sociedad nueva podría ser posible. Eso implicará actuaciones audaces para reducir los daños al clima, a la naturaleza y a la sociedad, que incluyan preparativos para las perturbaciones en la vida cotidiana. Estamos unidos al creer que los intentos de reprimir el debate sobre el colapso entorpecen la posibilidad de esa transición.
Hemos vivido lo difícil que es emocionalmente reconocer el daño que se está causando, además de la creciente amenaza a nuestra propia forma de vida. También conocemos el gran sentimiento de hermandad que puede surgir. Es el momento de tener estas difíciles conversaciones, para poder reducir nuestra complicidad en los daños, y sacar el mejor provecho de un futuro turbulento.
Profesor Gesa Weyhenmeyer Universidad de Uppsala
Profesor Will Steffen Universidad Nacional Australiana
Profesor Kai Chan Plataforma Intergubernamental Científico-normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas
Profesor Marjolein Visser Universidad Libre de Bruselas
Profesor Yin Paradies Universidad de Deakin
Profesor Saskia Sassen Universidad de Columbia
Profesor Ye Tao Universidad de Harvard
Profesor Aled Jones Universidad AngliaRuskin
Doctor Peter Kalmus Científico climático
Doctor Yves Cochet Antiguo Ministro de Medioambiente francés
Doctora Marie-Claire Pierret Universidad de Estrasburgo
Reverendo doctor Frances Ward Iglesia de St Michael
[Fuente: Rebelión. Trad: Eva Calleja]
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2021