Skip to content

La redacción de mientras tanto

mientrastanto.e llega al número 200

Lector, lectora:

mientrastanto.e presenta este mes la aparición de su número doscientos. Coincide con un periodo de diecinueve años que han prolongado el proyecto fundado en 1979 gracias al impulso de Manuel Sacristán, Giulia Adinolfi y otras personas.

Respecto a la revista trimestral impresa, que dejamos de publicar en 2015, la versión electrónica que difundimos a través de esta web y de redes sociales ha permitido ampliar y agilizar los contenidos de nuestras entregas, así como adaptarlas modestamente al entorno digital en el que la mayoría de revistas culturales hemos de desenvolvernos hoy. Para una revista político-cultural independiente y gratuita como ésta, sin otro apoyo que el de quienes colaboramos y colaboráis con ella y la leéis, eso ha comportado una importante multiplicación del esfuerzo por mantener mensualmente unos contenidos que contribuyan al debate informado entre las gentes de la izquierda que queda, que lee, y que quiere renovarse y renacer de verdad entre la gente, aunque no sepamos el día ni la hora en que eso se producirá. La historia no se para.

A quienes estáis ahí, por tanto, nos dirigimos para renovar nuestra gratitud: sin vuestra ayuda no hubiéramos podido llegar a estos dos centenares de números.

La nueva etapa de intervención popular en la política que pareció abrirse en los años 2010, años de recortes generalizados de derechos, no parece haber cuajado en proyectos alternativos suficientemente sólidos. El vigor de algunos movimientos sociales, singularmente el feminista, tiene un reflejo parcial en las instituciones, pero no ha conseguido aproximar unitariamente a las fuerzas emancipatorias en un momento en que la barbarie se ha desplegado ampliamente entre nosotros. Por ello, modestamente, la intención de esta publicación es contribuir a generar un espacio de acercamiento y de diálogo desde el entendimiento de que, en el marco de las actuales relaciones de dominación, combatir contra cualquiera de sus variantes —la ecocida, la antisocialista, la sexista y antipatriarcalista, la racista o la extermicida— debe implicar combatir contra todas las demás.

El sufrimiento desencadenado por la sindemia de coronavirus incrementa las urgencias, tanto a nivel de análisis como a nivel práctico. Pero también es posible que contribuya a recuperar porciones de la solidaridad perdida en las últimas décadas de neoliberalismo sin bridas y, en este sentido, a predisponernos para una escucha y una elaboración recíproca más atentas. A esa tarea nos comprometemos desde aquí.

Queremos integrar también en nuestras preocupaciones comunes la lucha por el reconocimiento de los Otros, de los Otros que viven ya entre nosotros, y también de los que llegan jugándose la vida en el mar.

Mientras tanto ha adoptado en 2020 un estatuto jurídico de Asociación de Redactores de la revista. Ésta agradece las aportaciones recibidas que están permitiendo el mantenimiento y la renovación de nuestra página web. Para la difusión de mientrastanto.e resulta al mismo tiempo fundamental la labor anónima de compartir sus contenidos entre amistades e instituciones y en las redes sociales, que también agradecemos y animamos a continuar. Tanto las suscripciones como las bajas son inmediatas, a través de la web http://www.grups.pangea.org/postorius/lists/mientrastanto.e.grups.pangea.org/, o bien escribiendo directamente un e.mail a: suscripciones@mientrastanto.org

Cordialmente,

La redacción de mientras tanto

26 /

3 /

2021

¿Cómo viven los vivos con los muertos? Hasta que el capitalismo deshumanizó a la sociedad, todos los vivos esperaban la experiencia de la muerte. Era su futuro final. Los vivos eran en sí mismo incompletos. De esa forma vivos y muertos eran interdependientes. Siempre. Sólo una forma de egotismo extraordinariamente moderna rompió esa interdependencia. Con consecuencias desastrosas para los vivos, ahora pensamos en los muertos en términos de los eliminados.

John Berger
Doce tesis sobre la economia de los muertos (1994)

+