La principal conversión que los condicionamientos ecológicos proponen al pensamiento revolucionario consiste en abandonar la espera del Juicio Final, el utopismo, la escatología, deshacerse del milenarismo. Milenarismo es creer que la Revolución Social es la plenitud de los tiempos, un evento a partir del cual quedarán resueltas todas las tensiones entre las personas y entre éstas y la naturaleza, porque podrán obrar entonces sin obstáculo las leyes objetivas del ser, buenas en sí mismas, pero hasta ahora deformadas por la pecaminosidad de la sociedad injusta.
Juan-Ramón Capella
Israel nuclear
Los lectores tendrán pocas dudas: Israel es un estado terrorista. Desde el paseo de Sharon por la explanada de las mezquitas —que dinamitó los esfuerzos del gobierno Clinton para establecer un modus vivendi con un estado palestino en Gaza y Cisjordania— golpea indiscriminadamente a los palestinos. La protección norteamericana salva por el momento a sus abyectos dirigentes políticos y militares del Tribunal Penal Internacional que los tendrá que condenar.
Pero ésa no es la única peligrosidad de Israel. Es un estado nuclear que no ha firmado el tratado de no proliferación nuclear y que rechaza toda inspección; posee armamento atómico, además de otro armamento de destrucción masiva. Es una amenaza no sólo para los países limítrofes sino también para otros países vecinos, como Irán.
Sus servicios secretos, que secuestran (recuérdese el caso Vanunu, el israelí secuestrado en Roma por hablar del programa nuclear secreto de Israel) y matan, son un peligro serio para las libertades ciudadanas en todo el mundo.
Nada de antisemitismo, pero denuncia de los crímenes del estado de Israel. Amistad con los judíos, en particular con sus pacifistas; pero exigencia de intervención del Tribunal Penal Internacional contra los dirigentes israelíes.
12 /
2004