¿Cómo viven los vivos con los muertos? Hasta que el capitalismo deshumanizó a la sociedad, todos los vivos esperaban la experiencia de la muerte. Era su futuro final. Los vivos eran en sí mismo incompletos. De esa forma vivos y muertos eran interdependientes. Siempre. Sólo una forma de egotismo extraordinariamente moderna rompió esa interdependencia. Con consecuencias desastrosas para los vivos, ahora pensamos en los muertos en términos de los eliminados.
Instituto de Transición Rompe el Círculo
Móstoles en Transición 2015. Documento de trabajo
Intentos de pasar de la teoría a la práctica
Recomendar la lectura de un documento de hace cinco años puede parecer una pérdida de tiempo, pero si se aclara que fue el primer documento que abordó la adaptación de un municipio al colapso ecosocial, y que una lectura crítica de su contenido es necesaria para entender las dificultades a las que se enfrenta un proyecto de esa envergadura, su lectura cobra sentido.
El Instituto de Transición Rompe el Círculo es un colectivo de reflexión de larga trayectoria, y el proyecto Móstoles en Transición ha tenido una deriva que debería ser objeto de una reflexión profunda. El calendario original del documento (2015-2025) derivó hace dos años hacia un segundo proyecto: «Será una vez Móstoles 2030»: una prefiguración utópica de la transición ecosocial, según expone uno de sus principales dinamizadores, Emilio Santiago Muiño, en un artículo publicado en marzo de 2019 que complementa el documento inicial.
Lo realizado hasta ahora y el proyecto de futuro se expone en una larga entrada del blog enfantsperdidos. Como el propio Muiño explica:
Será una vez Móstoles 2030 es una exploración colectiva de un nuevo imaginario de la lujosa pobreza desde muchos frentes. Primero, mediante ejercicios de visualización utópica del futuro, que el Instituto de Transición Rompe el Círculo ha llevado a cabo en Móstoles en distintos contextos.
La realidad es que desde el lanzamiento del proyecto en 2015 hasta hoy se han cubierto cuatro etapas sin salir de fase discursiva. Y es que las cifras abruman.
Móstoles es un municipio de la periferia de Madrid que en 2019 tenía 209.184 habitantes. El crecimiento en población del municipio entre 1970 (17.895 habitantes) y 1981, en que pasa a tener 150.259, da una idea de las dimensiones materiales del proceso. Es imposible que ni Móstoles, ni ningún municipio de esa envergadura, pueda hacer frente a las implicaciones del colapso ecosocial sin una migración de habitantes, algo que se enuncia de forma genérica en uno de los puntos del proyecto.
El contraste entre la dimensión social de Móstoles y las actividades desarrolladas desde Móstoles en Transición y Será una vez Móstoles 2030 es abrumador [1]: demuestra que hay pendiente, de entrada, un enorme trabajo de investigación para determinar las posibilidades reales que tiene el municipio de garantizar el mantenimiento de las cadenas de suministro de bienes básicos: agua potable, alimentos, energía, etc., y de una gestión de los residuos que cierre el círculo. Y será tras comprobar los límites de esas cadenas, es decir, el nivel de cobertura de bienes básicos que la sociedad de Móstoles puede mantener, cuando se determine qué población puede vivir con esa cobertura, lo que llevará a afrontar el conflicto de la migración de parte de la población.
La lectura del documento de trabajo ayuda a entender ese contraste.
[1] Número de actividades del instituto por categorías: banco de tiempo (1), dinámicas de educación popular (5), Eventos (3), Formación (17), Crisis de civilización y transiciones poscapitalistas (15), Huerto de Leal (4), Móstoles en transición (5), Recuperación de saberes tradicionales (16), Reencantamiento de la vida cotidiana (1), rhuam (3), talleres de huerta ecológica (34), sin categoría (62).
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2020