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El Lobito Feroz

Noticias de mi tío

Le encontré enfurruñado, metido dentro de su guarida, completamente desordenada. Me señaló una silla y me recriminó lo poco que voy a verle. Yo contraataqué, pues siempre hay que pararle los pies, diciéndole que menos visita él a mi madre. Después de eso se sirvió una copa de Valdespino dulce y me preguntó si quería. Dije que no.

— Tú te lo pierdes, sobrino. Hay que tomar algo para poder soportarlo.

— ¿El confinamiento?

— ¡Qué leches! La estupidez. La gente quiere que todo sea como antes. Y nada será como antes: será peor. ¿O crees que los capitalistas son tontos? Va a haber teletrabajo a mansalva, chaval, ¡se acabó eso de verse con los compañeros! La clase trabajadora, definitivamente, tururú.

— Eso dependerá de la gente. ¿Te crees que los jóvenes no somos conscientes de las desigualdades? ¿De la crisis ecológica? Además ahora hay varias clases de clase trabajadora, ¿no te habías enterado?

— Lo que veo son chavales que tendrían que tener verdaderos oficios haciendo de repartidores de Amazon o de lo que sea. ¡Y eso los que tienen empleo! Otros aceptan pedalear para los ricos en rickshaws… Van ya dos generaciones  perdidas seguidas; ¡dos generaciones, la del 2008 y la de la pandemia! Los que vengan luego ¿qué cultura van a tener?

Le pedí un poco de jerez dulce para tener tiempo de desviar la conversación. Mi tío ha visto de todo, desde la postguerra. Necesita desgañitarse. Le pregunté:

— ¿Lo de Cataluña?

— Dicen lo volveremos a hacer, y andan muy felices arrancando concesiones al gobierno de coalición con la inestimable ayuda de Podemos. Estos se podrían llamar Jodemos, Unidas Jodemos (se rie). Los indepes seguirán dando la lata, pero solo la lata. Salvo los sociatas, todos los presidentes de la Generalitat han delinquido. ¡Todos! Y el Jordi y familia se han llevado el dinero a espuertas, pero eso a los indepes no les importa. ¡Ho tornarem a fer!

— Oye, esto está muy bueno. Pero no toda la gente de Podemos es igual. Hay una base honrada…

— ¡Claro que está bueno! Mucho mejor que el oporto de los pijos. Lo tomaban en casa los Gil de Biedma.

— Jaume Matas, Chaves, Olivas, Zaplana, Francisco Camps, presidentes de generalitats;  y Pujol. claro. Carlos Fabra, el de Castellón…

— Sí, es un estado autonómico bananero… ¡Y quieren conservar las competencias que tienen y más!

— ¿Sabes que según el Tribunal Supremo calumniar a los muertos no es delito?

— El poder judicial va un pelo por debajo de este país, no te creas —mi tío está malhumorado; es difícil sacarle nada. De modo que he de provocarle un poco. ¡Por una vez que uso la grabadora del iphone sin que se dé cuenta!

— Oye, tío, estarás contento con dos partidos por semana. ¿Los ves por la tele?

— ¿Para qué? Con dos partidos a la semana los futbolistas no pueden rendir, se lesionan, no se ven jugadas inteligentes… Ni goles, pocos goles. Todo para el negocio de los directivos, de las teles, de las telefónicas, de los anuncios. Una mierda más.

— ¿Por qué estás de tan mal humor?

— Mira, chaval, yo tengo mi pensión, y tú la beca de tus padres. Pero ya verás cuando se te acabe el chollo. ¿De qué vas a trabajar? ¿De segurata, contra la pobre gente? ¿O de poli, para deshauciar? ¡Cómo voy a estar tranquilo con tanta gente frita y sin empleo! ¡Van a volver los navajeros! Y el gobierno tirando el dinero europeo para que se vendan más autos en vez de potenciar el cambio de tecnologías. Y para que siga la fiesta. ¡Anda ya! Es una sociedad de mierda…

         Le dejo despotricando. Ya ha aprendido a despotricar solo.

27 /

11 /

2020

La política electoral, si bien no debe desestimarse, no puede ubicarse en el centro de ninguna acción política radical seria, orientada a cambiar las instituciones que sustentan el sistema político, desmantelar las ideologías hegemónicas y fomentar el tipo de conciencia de masas en que habría de basarse un cambio social y político desesperadamente necesario.

Noam Chomsky
The Precipice (2021)

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