¿Cómo viven los vivos con los muertos? Hasta que el capitalismo deshumanizó a la sociedad, todos los vivos esperaban la experiencia de la muerte. Era su futuro final. Los vivos eran en sí mismo incompletos. De esa forma vivos y muertos eran interdependientes. Siempre. Sólo una forma de egotismo extraordinariamente moderna rompió esa interdependencia. Con consecuencias desastrosas para los vivos, ahora pensamos en los muertos en términos de los eliminados.
Llamamiento de la Asamblea de Movimientos Sociales
Foro Social Europeo en Londres (17 de octubre de 2004)
Venimos de las campañas y de los movimientos sociales, «los sin voz», organizaciones, sindicatos, organizaciones de derechos humanos, organizaciones de solidaridad internacional, movimientos pacifistas y de paz y feministas. Venimos de cada región de Europa a juntarnos en Londres en el tercer Foro Social Europeo. Somos muchos, y nuestra fuerza es nuestra diversidad.
Hoy la guerra representa la cara más áspera y más verdadera de neoliberalismo. La guerra y la ocupación de Irak, la ocupación de Palestina, la matanza en Chechenia, y las guerras ocultadas en África aplastan el futuro de humanidad. La guerra en Irak fue justificada por la mentira. Hoy Irak es humillado y destruido. Los iraquíes son prisioneros de la guerra y el terror. La ocupación no ha traído ni libertad, ni mejores condiciones de vida. Al contrario, hoy los partidarios de la tesis «del choque de civilizaciones» son más fuertes.
Luchamos por la retirada de las tropas de ocupación en Irak, por el final inmediato a los bombardeos y por la restitución inmediata de la soberanía a los iraquíes.
Apoyamos a los movimientos palestinos e israelíes que luchan por una paz justa y durable. Después del juicio del Tribunal Internacional de Justicia de Naciones Unidas y el voto unánime de los países europeos en Naciones Unidas durante la Asamblea General pedimos el final a la ocupación israelí y la destrucción del muro del Apartheid. Pedimos sanciones políticas y económicas contra el gobierno israelí mientras sigan violando la legislación internacional y los derechos humanos de los palestinos. Por estos motivos nos movilizaremos en la semana internacional de acción contra el muro del Apartheid del 9 al 16 de noviembre, y durante los días europeos de acción del 10 y 11 de diciembre, en el aniversario de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos humanos.
La desestabilización del clima global plantea una amenaza sin precedentes al futuro de nuestros niños y a la humanidad: Apoyamos el llamamiento de las organizaciones ambientalistas para la acción internacional sobre el cambio climático en 2005. Apoyamos las campañas contra la OMC y por la agricultura sostenible, los alimentos y el medio ambiente.
En febrero de 2005 nos uniremos a las acciones de protesta contra la cumbre de la OTAN en Niza. Nos oponemos a las tareas asumidas por el G8 en su política de gobierno global y neoliberal, y por lo tanto prometemos movilizarnos con fuerza con motivo de la cumbre del G8 en Escocia en julio de 2005.
Queremos otra Europa que rechace el sexismo y la violencia contra las mujeres y reconozca el derecho a escoger el aborto. Apoyamos el día internacional de movilización contra la violencia contra las mujeres el 25 de noviembre y la iniciativa europea. Apoyamos la movilización para celebrar el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo. Apoyamos la iniciativa europea del 27 y 28 de mayo en Marsella propuesta por la Marcha Mundial de las Mujeres.
Apoyamos la lucha contra el racismo y la Fortaleza Europa y por los derechos de quienes piden asilo y de los emigrantes, la libertad de movimiento, el derecho a la ciudadanía de los residentes y el cierre de los centros de detención. Nos oponemos a la deportación de cualquier emigrante. Proponemos un día de lucha el 2 de abril de 2005, contra el racismo, por la libertad de movimientos y por el derecho a quedarse como una alternativa a la Europa basada en la exclusión y la explotación.
A la vez que el borrador de Constitución Europea está a punto de ser ratificado, debemos declarar que se tiene que consultar a los pueblos de Europa directamente. El borrador no contempla nuestras aspiraciones. Este tratado de constitución consagra el neoliberalismo como la doctrina oficial de la Unión Europea; hace de la competencia la base para la legislación de la Comunidad Europea, y para toda actividad humana; está completamente al margen de los objetivos de una sociedad ecológicamente sostenible. Este tratado constitucional no concede la igualdad de derechos, la libertad de movimiento y la ciudadanía para cada uno en el país donde viven, independientemente de su nacionalidad; da un papel a la OTAN en la política exterior europea y la defensa, e insiste en el militarización de la Unión Europea. Finalmente, pone como lo primordial en el mercado la marginación de la esfera social, y de acelera la destrucción de los servicios públicos.
Luchamos por otra Europa. Nuestra movilización trae la esperanza a una Europa donde la inseguridad del trabajo y el paro forman parte del orden del día. Luchamos por una agricultura viable controlada por los agricultores mismos, una agricultura que conserva empleos, y defiende la calidad de ambiente y de los productos de alimentación como un activo público. Queremos abrir Europa al mundo, con el derecho al asilo, la libertad de movimiento de la gente y la ciudadanía para cada persona en el país donde vive. Exigimos la verdadera igualdad social entre hombres y mujeres, y la igualdad de sueldo. Nuestra Europa respetará y promoverá la diversidad cultural y lingüística, respetará el derecho de los pueblos a la autodeterminación y permitirá a todos los pueblos no europeos decidir sobre su futuro democráticamente. Luchamos por otra Europa que sea respetuosa con los derechos de los trabajadores y garantice un sueldo decente y un alto nivel de protección social. Luchamos contra cualquier ley que establezca la inseguridad mediante los nuevos modos de contratar el trabajo.
Luchamos por una Europa que rechaza la guerra, un continente de solidaridad internacional y una sociedad ecológicamente sostenible. Luchamos por el desarme, contra armas nucleares, y contra las bases militares estadounidenses y de la OTAN. Apoyamos a todos los que rechazan el servicio militar.
Rechazamos la privatización de servicios públicos y de bienes comunes como el agua. Luchamos por los derechos humanos, sociales, económicos, políticos y ambientales para vencer las leyes del mercado, la lógica del beneficio y la dominación del tercer mundo por la deuda. Rechazamos el empleo «de la guerra al terrorismo» para atacar los derechos civiles y democráticos, y criminalizar el desacuerdo y el conflicto social.
El Movimiento Social Europeo apoya la movilización nacional del movimiento italiano el 30 de octubre para hacerse sentir durante la firma del Tratado Constitucional europeo contra la guerra, la liberalización y el racismo, conseguir que las tropas salgan de Irak y por otra Europa. El Movimiento Social europeo apoya la movilización nacional en Barcelona contra la cumbre sobre la constitución europea en enero de 2005. Apoyamos la movilización del 11 de noviembre de 2004 contra la directiva Bolkestein.
A la vez que la nueva Comisión Europea descaradamente alardea de una política de no intervención, debemos comenzar un proceso de movilización en todos los países europeos para imponer el reconocimiento tanto de derechos colectivos como de individuales sociales, políticos, económicos, culturales y ecológicos para hombres y mujeres. Para permitir a todos los pueblos de Europa unirse a este proceso, debemos construir un movimiento que anule nuestras diferencias y agrupe todas las fuerzas de los pueblos de Europa que están implicados en la lucha contra el neoliberalismo europeo.
El 20 de marzo de 2005 marca el segundo aniversario del principio de la guerra contra Irak. El 22 y 23 de marzo el Consejo Europeo se reúne en Bruselas. Pedimos movilizaciones nacionales en todos los países europeos. Pedimos una manifestación central en Bruselas el 19 de marzo contra la guerra, el racismo, y contra la Europa neoliberal, contra la privatización, contra el proyecto de Bolkestein y contra los ataques sobre la jornada de trabajo; por la Europa de derechos y solidaridad entre los pueblos. Llamamos a todos los movimientos sociales y los movimientos sindicales europeos a tomar las calles durante este día.
15 /
11 /
2004