¿Cómo viven los vivos con los muertos? Hasta que el capitalismo deshumanizó a la sociedad, todos los vivos esperaban la experiencia de la muerte. Era su futuro final. Los vivos eran en sí mismo incompletos. De esa forma vivos y muertos eran interdependientes. Siempre. Sólo una forma de egotismo extraordinariamente moderna rompió esa interdependencia. Con consecuencias desastrosas para los vivos, ahora pensamos en los muertos en términos de los eliminados.
Mimunt Hamido
Un fantasma recorre Europa
No hace ni un mes con motivo del nuevo año amazigh, una compañera fue invitada a Melilla para presentar su libro. Una recopilación de cuentos bereberes. Al saberse en mi ciudad el nombre de la invitada, Zoubida Boughaba, una conocida activista feminista y rifeña, media ciudad puso el grito en el cielo.
Los ciudadanos de esa querida ciudad, que clamaban, vociferaban, insultaban, vejaban, calumniaban y escribían cartas indignadas al consistorio, a la delegación del gobierno y a los periódicos locales, incendiando las redes en su contra, son o dicen ser musulmanes.
Clamaban iracundos porque una mujer que no está a favor del hiyab en las adolescentes no es digna de ser invitada a Melilla. Debe de ser que desde que me fui, mi ciudad se ha convertido en un califato independiente y en el resto de España andamos en Babia, pensando que allí los derechos de los ciudadanos funcionan igual que en la península. Pensando que allí la libertad de expresión que salvaguarda la Constitución se respeta igual que en el resto de España.
Al final mi amiga pudo presentar su libro, eso sí, con seguridad y un furgón policial en la puerta. Nunca la literatura estuvo más segura.
Esta mañana me entero que a mi querida Nao, la primera mujer de origen magrebí que se ha atrevido en España a fundar una asociación de ateos o ex musulmanes, la primera que se ha atrevido a dar la cara en tan escabroso tema, le han tumbado la cuenta en Twitter, y no solo eso. Hoy da una charla en Girona, y parte de la izquierda de la ciudad se manifiesta en contra. Critican que un partido de izquierdas invite a una mujer ex musulmana que habla de laicismo y ateísmo. Les parece que la comunidad musulmana puede sentirse ofendida y que criticar lo que de malo tiene el islam o que criticar al islamismo es un discurso que se confunde con el discurso xenófobo de la extrema derecha. Es que en España somos muy dados a confundir churras y merinas.
Para acabar el día y no dejar el pastel sin guinda me encuentro con un manifiesto de un sindicato estudiantil de Bélgica https://use.be/les-reactionnaires-de-charlie-hebdo-invite/ donde claman indignados porque la Universidad Libre de Bruselas, junto con el Centro de Acción Laica, ha invitado a dos miembros de la revista francesa Charlie Hebdo para hablar sobre libertad de expresión. Los invitados son el redactor jefe, Gérard Biard, y la directora de recursos humanos, Marika Bret, autora de ‘¿Quien quiere matar el laicismo?’
Claman indignadas las feministas de dicha universidad diciendo “Nosotras, activistas estudiantiles, sindicalistas, feministas, denunciamos esta invitación que permitirá una vez más que se escuche un discurso reaccionario en nuestro campus”.
¡Estudiantes indignadas porque se va a hablar de libertad de expresión! Imagino cuán indignado se sentiría Charb, director de la revista satírica Charlie Hebdo, si levantase la cabeza.
No puede levantarla, y no puede porque lo asesinaron los islamistas junto con otros 9 periodistas y dos policías un fatídico día de enero del 2015, justo cuando trabajaban en lo que mejor sabían hacer: humor y libertad de expresión.
Feministas sindicalistas a las que hablar de la libre expresión les parece reaccionario.
Parte de una izquierda que perdió hace tiempo el Norte y hasta el Sur queriendo vetar la conferencia de una mujer atea porque critica el islamismo.
La mitad de una ciudad indignada porque una mujer activista feminista va a presentar un libro de cuentos en su califato particular.
Recuerdo una célebre portada de Charlie Hebdo. En ella se veía a Mahoma postrado de rodillas mientras un yihadista le rebanaba el cuello.
Mahoma decía: ¡Soy el profeta!
El yihadista: “Calla, infiel”.
Charb fue un visionario. No se puede explicar mejor que en esa viñeta cómo el salafismo, el integrismo, está acabando con el islam. Y aquí permanecemos ciegos y sordos asistiendo al secuestro de todos los musulmanes y al horror.
Un fantasma recorre Europa y ya os digo que no es nuestro camarada.
[Fuente: NoNosTaparan]
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2020