La diferencia fundamental [de la cultura obrera] con la cultura de los intelectuales que tan odiosa me resultaba es el principio de modestia. El militante obrero, el representante obrero, aunque sea culto, es modesto porque, se podría decir, reconoce que existe la muerte, como la reconoce el pueblo. El pueblo sabe que uno muere. El intelectual es una especie de cretino grandilocuente que se empeña en no morirse, es un tipo que no se ha enterado que uno muere, e intenta ser célebre, hacerse un nombre, destacar… esas gilipolleces del intelectual que son el trasunto ideal de su pertenencia a la clase dominante.
La frontera
Harper Collins,
Madrid,
957 págs.
Antonio Giménez Merino
Tras El poder del perro y El cártel, La frontera culmina la trilogía de novelas escritas por Don Winslow a lo largo de veinte años sobre el fenómeno del narcotráfico en el continente americano. Funcionan como thrillers (para goce de los lectores compulsivos o insomnes), gracias a un estilo directo muy acorde a los constantes sobresaltos que provocan. Pero lo más destacable es su verosimilitud, fruto del exhaustivo trabajo de documentación que hay por detrás, y la tesis de fondo (sobre todo en esta última entrega): el paraestado que representan los cárteles de la droga en México (responsables de un estado de guerra permanente que se extiende más allá de ese país) no existiría sin una demanda masiva de drogas desde EE.UU. que mueve una economía de dimensiones estratosféricas y con implicaciones internacionales, y por tanto también importantes intereses políticos y financieros. El último de los niveles alcanzados, la administración central, era un foco de interés en la primer entrega (con la lucha sin cuartel contra el narcotráfico declarada por EE.UU. y su utilización por Reagan para financiar la lucha contrarrevolucionaria en Centroamérica) y es el objeto de atención primordial en La frontera, que completa así un ciclo cuya historia —vista desde abajo— empezaba en la reconversión forzada de campos de cultivo tradicional en campos productores de opio.
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1 /
2020