Sabíamos que las bibliotecas están llenas de tratados de ciencia política que, pese a sus diferentes tendencias, coinciden en considerar oro de ley el dictum aristotélico según el cual «para ser humano hay que tener polis». Lo que faltan son estantes que recojan lo que han dicho y pensado quienes se sitúan al margen y son marginados, ya por convicción, ya por imposición.
Rhina P. Espaillat
Buscar trabajo
I tie my Hat—I crease my Shawl—
Life’s little duties do—precisely
As the very least
Were infinite—to me—
—Emily Dickinson, #443
La madre de mi madre, viuda muy joven
de su primer amor, y del primer fruto de aquel amor,
se movía por la granja de su padre, la lengua de su país
y el corazón de su país anestesiados y mudos
con las labores. Así se le enseñó a su clase a hacer—
«Buscar trabajo», respondía a cada aflicción—
y su único dicho, fuera falso o verdadero,
repicaba fuerte con su creencia apasionada.
Viuda de nuevo, con los niños, en su mejor momento,
hablaba tan poco que era difícil de soportar
tanta compostura, tal tregua con el tiempo
dedicado durante toda la vida a la práctica de la desesperación.
Pero recuerdo sus suelos fregados, blancos como el hueso,
sus platos, y lo dolorosamente que brillaban.
5 /
2019