Vosotros, los que estáis ahí, sí, vosotros, mis contemporáneos que os creéis superiores a
las generaciones precedentes y que os consideráis vacunados contra esta propaganda de
guerra simplista y burda que engañó a nuestros padres, a nuestros abuelos, a nuestros bisabuelos, ¿estáis seguros de que lo que os dicen ha sido así? Haríais mejor examinando más de cerca lo que acaban de deciros vuestros medios de comunicación, porque puede que os lo hayáis tragado ¡No hay que remontarse a 50 o 100 años atrás! sino a ayer mismo, durante la guerra contra Irak, Yugoslavia, Rusia y Palestina.
Rhina P. Espaillat
Buscar trabajo
I tie my Hat—I crease my Shawl—
Life’s little duties do—precisely
As the very least
Were infinite—to me—
—Emily Dickinson, #443
La madre de mi madre, viuda muy joven
de su primer amor, y del primer fruto de aquel amor,
se movía por la granja de su padre, la lengua de su país
y el corazón de su país anestesiados y mudos
con las labores. Así se le enseñó a su clase a hacer—
«Buscar trabajo», respondía a cada aflicción—
y su único dicho, fuera falso o verdadero,
repicaba fuerte con su creencia apasionada.
Viuda de nuevo, con los niños, en su mejor momento,
hablaba tan poco que era difícil de soportar
tanta compostura, tal tregua con el tiempo
dedicado durante toda la vida a la práctica de la desesperación.
Pero recuerdo sus suelos fregados, blancos como el hueso,
sus platos, y lo dolorosamente que brillaban.
5 /
2019