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Rhina P. Espaillat

Buscar trabajo

I tie my Hat—I crease my Shawl—

Life’s little duties do—precisely

As the very least

Were infinite—to me—

—Emily Dickinson, #443

La madre de mi madre, viuda muy joven


de su primer amor, y del primer fruto de aquel amor,


se movía por la granja de su padre, la lengua de su país


y el corazón de su país anestesiados y mudos

con las labores. Así se le enseñó a su clase a hacer—

«Buscar trabajo», respondía a cada aflicción—


y su único dicho, fuera falso o verdadero,


repicaba fuerte con su creencia apasionada.


Viuda de nuevo, con los niños, en su mejor momento,


hablaba tan poco que era difícil de soportar


tanta compostura, tal tregua con el tiempo


dedicado durante toda la vida a la práctica de la desesperación.


Pero recuerdo sus suelos fregados, blancos como el hueso,


sus platos, y lo dolorosamente que brillaban.

5 /

2019

La principal conversión que los condicionamientos ecológicos proponen al pensamiento revolucionario consiste en abandonar la espera del Juicio Final, el utopismo, la escatología, deshacerse del milenarismo. Milenarismo es creer que la Revolución Social es la plenitud de los tiempos, un evento a partir del cual quedarán resueltas todas las tensiones entre las personas y entre éstas y la naturaleza, porque podrán obrar entonces sin obstáculo las leyes objetivas del ser, buenas en sí mismas, pero hasta ahora deformadas por la pecaminosidad de la sociedad injusta.

Manuel Sacristán Luzón
Comunicación a las jornadas de ecología y política («mientras tanto», n.º 1, 1979)

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