La principal conversión que los condicionamientos ecológicos proponen al pensamiento revolucionario consiste en abandonar la espera del Juicio Final, el utopismo, la escatología, deshacerse del milenarismo. Milenarismo es creer que la Revolución Social es la plenitud de los tiempos, un evento a partir del cual quedarán resueltas todas las tensiones entre las personas y entre éstas y la naturaleza, porque podrán obrar entonces sin obstáculo las leyes objetivas del ser, buenas en sí mismas, pero hasta ahora deformadas por la pecaminosidad de la sociedad injusta.
Empantanados
Península,
Barcelona,
320 págs.
A.R.A.
El dilema catalán ha sido, y sigue siendo, el gran tema de la política española. Es mucho más que una mera cuestión del encaje plurinacional. Tiene un impacto directo sobre la reorganización del espectro político y las posibilidades de cambio. La crónica de Joan Coscubiela sobre la actividad parlamentaria en momentos cruciales es un importante documento que ayuda a pensar y a plantear los dilemas de la izquierda en esta situación. La obra está escrita con carga emocional, como no podía ser de otro modo en alguien que ha vivido desde dentro el debate y que a menudo se ha sentido desamparado respecto de los mismos que en teoría representaba. Quedan muchos temas sueltos. En mi opinión, la cuestión de los Comunes queda demasiado simplista (aunque lo entiendo desde el conocimiento que tengo de los hechos), y las alternativas quedan poco desarrolladas. Pero es inevitable considerando el poco tiempo transcurrido y la distancia en relación con los sucesos. Y es, obviamente, de lectura muy recomendable para quien no haya estado tan cerca de la situación. En tiempos de choque de bloques, la intervención parlamentaria de Coscubiela nos pareció a muchos necesaria y meritoria. Su libro lo explica nítidamente.
25 /
3 /
2018