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Gramsci para principiantes

Era Naciente,

Buenos Aires,

175 págs.

Eduardo Melero Alonso

La colección «Para principiantes» ha dedicado uno de sus libros al pensamiento de Antonio Gramsci. Estos libros son unas breves introducciones a distintos autores, combinando pequeños textos con dibujos. Gramsci para principiantes plantea desde el principio que la lectura de Gramsci puede servir para comprender mejor el capitalismo actual y para resistir frente a él. El libro va entrelazando distintos temas. Por un lado la biografía personal de Gramsci: sus orígenes, sus estudios, su militancia, su familia, su encarcelamiento. También analiza el contexto histórico: la situación de Italia a principios del siglo XIX, la revolución rusa, los consejos obreros en Italia, las internacionales, el triunfo del fascismo. Por último plantea algunas de las ideas claves del pensamiento político de Gramsci y de sus Cuadernos de la cárcel: la cuestión de la hegemonía, la sociedad civil, la crítica al economicismo y al determinismo, el papel de los intelectuales y la filosofía de la praxis. Gramsci para principiantes no es un libro «sesudo», aunque no está exento de rigor y de cierta profundidad. En cualquier caso, cumple con creces la finalidad de incitar a la lectura directa de Gramsci; por ejemplo cuando recomienda empezar la lectura de los Cuadernos por el 11 «Introducción al estudio de la filosofía» o por el 13 «Análisis de situaciones: relaciones de fuerza». Un libro que consigue «difundir críticamente verdades ya descubiertas», homenajeando así al propio Gramsci.

7 /

2004

La principal conversión que los condicionamientos ecológicos proponen al pensamiento revolucionario consiste en abandonar la espera del Juicio Final, el utopismo, la escatología, deshacerse del milenarismo. Milenarismo es creer que la Revolución Social es la plenitud de los tiempos, un evento a partir del cual quedarán resueltas todas las tensiones entre las personas y entre éstas y la naturaleza, porque podrán obrar entonces sin obstáculo las leyes objetivas del ser, buenas en sí mismas, pero hasta ahora deformadas por la pecaminosidad de la sociedad injusta.

Manuel Sacristán Luzón
Comunicación a las jornadas de ecología y política («mientras tanto», n.º 1, 1979)

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