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Karmelo Iribarren

Cuatro poemas

Apunte desde el tren

Barriadas
del extrarradio

con las primeras
ventanas
encendidas, 

tras las cuales
—piensas—
la vida tuvo siempre
pocas posibilidades…

 

El pasado

Ahora
que he dejado
el alcohol,

no veas
el cuidado
que tengo que tener
con los camareros
de mi barrio,

en cuanto se toman
dos tragos,
me cuentan mi vida.

 

Las musas 

Últimamente
los poemas
vienen
casi todos los días,
y todos ellos
para quedarse,
y listos
para pasar al papel
y salir al mundo
a ver qué pasa.
Es increíble.
Para mí que alguien
les ha dado
a las musas
la dirección
equivocada.

 

Qué suerte tengo

Está en el sofá, recogida,
hecha un ovillo. Habla
con su madre por teléfono.
Se ríe. Luego arruga un poco
el ceño. Esas cosas.
Yo, simplemente la miro,
tiene luz, alma, vida,
me gusta verla, escuchar
su voz. A veces, no
puedo evitar decírmelo:
«Qué suerte tienes, cabrón».

 

(Poemas tomados de Las luces interiores, 2013. Posteriormente K. Iribarren ha publicado La piel de la vida y Haciendo planes. Probablemente haya aparecido estos mismos días un nuevo libro suyo de poemas, Mientras me alejo, en Visor)

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2013

Vosotros, los que estáis ahí, sí, vosotros, mis contemporáneos que os creéis superiores a
las generaciones precedentes y que os consideráis vacunados contra esta propaganda de
guerra simplista y burda que engañó a nuestros padres, a nuestros abuelos, a nuestros bisabuelos, ¿estáis seguros de que lo que os dicen ha sido así? Haríais mejor examinando más de cerca lo que acaban de deciros vuestros medios de comunicación, porque puede que os lo hayáis tragado ¡No hay que remontarse a 50 o 100 años atrás! sino a ayer mismo, durante la guerra contra Irak, Yugoslavia, Rusia y Palestina.

Anne Morelli
Principios elementales de la propaganda de guerra, 2025

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