La política electoral, si bien no debe desestimarse, no puede ubicarse en el centro de ninguna acción política radical seria, orientada a cambiar las instituciones que sustentan el sistema político, desmantelar las ideologías hegemónicas y fomentar el tipo de conciencia de masas en que habría de basarse un cambio social y político desesperadamente necesario.
Praxis política y estado republicano. Crítica del republicanismo liberal
El Viejo Topo,
Mataró,
225 págs.
G. P.
He aquí un libro fascinante, alejado de todas las modas y sin embargo —o tal vez precisamente por ello— utilísimo. En él, Joaquín Miras realiza de entrada un análisis punzante del liberalismo como corriente política que ha sabido convertirse en sentido común y que ha impuesto la idea según la cual la política es ingeniería social elaborada desde las administraciones del Estado por élites intelectuales en cuyos conocimientos tienen que confiar los ciudadanos para la correcta gestión de la polis. Una visión que también ha adoptado una buena parte de la izquierda y que Miras propone contrastar mediante una propuesta republicana que hunde sus raíces en algunas ideas clave de la filosofía clásica mediterránea; a saber: la necesidad de una participación permanente y creativa de la comunidad social que supere la atomización social, impulse una renovada práctica política y genere un nuevo ethos o cultura de vida, sin la cual todo proyecto emancipatorio pierde su razón de ser y viabilidad. Esta propuesta es explicada con claridad y a través de un diálogo intelectual que el autor entabla con los más importantes autores de la tradición grecolatina y, sobre todo, con Hegel, Marx y Gramsci. El resultado final es un libro original, estimulante y de recomendable lectura para todos aquellos que no creen que la política es simple lucha electoral o batalla por la articulación del relato hegemónico.
28 /
6 /
2016