Sabíamos que las bibliotecas están llenas de tratados de ciencia política que, pese a sus diferentes tendencias, coinciden en considerar oro de ley el dictum aristotélico según el cual «para ser humano hay que tener polis». Lo que faltan son estantes que recojan lo que han dicho y pensado quienes se sitúan al margen y son marginados, ya por convicción, ya por imposición.
La cara oculta de Hiroshima
Francia,
Este documental muestra por primera vez como el Proyecto Manhattan continuó después del bombradeo de Japón. Las ruinas de las dos ciudades fueron transformadas en laboratorios de tamaño real por los científicos norteamericanos gracias a la creación de una nueva clase de centro de investigación, la Atomic Bomb Casualty Comission (ABCC) o Comisión para las Víctimas de la Bomba Atómica. Tras examinar por primera vez los archivos de la ABBC, descubrimos que el centro preparó a Estados Unidos contra las consecuencias de una guerra atómica y de la fisión nuclear. Mientras, seis mil censores impedían que la población japonesa conociese los efectos de la radiación. Conscientes de sus peligros, los científicos del Proyecto Manhattan llevaron a cabo más experimentos con plutonio en enfermos de hospitales y laboratorios de Estados Unidos. Su objetivo final era preparar al mundo para su entrada en la era atómica.
28 /
8 /
2015