La política electoral, si bien no debe desestimarse, no puede ubicarse en el centro de ninguna acción política radical seria, orientada a cambiar las instituciones que sustentan el sistema político, desmantelar las ideologías hegemónicas y fomentar el tipo de conciencia de masas en que habría de basarse un cambio social y político desesperadamente necesario.
Miguel Muñiz
14 de diciembre, Japón vota de espaldas a Fukushima
La relación entre elecciones y meteorología en Japón va camino de convertirse en tema de estudio. El 16 de diciembre de 2012, durante las elecciones en las que Shinzo Abe, y su partido PLD, obtuvieron la mayoría, la nieve fue protagonista de la jornada; las elecciones para gobernador de Tokio, el 9 de febrero de 2014, se realizaron en medio de una de las mayores tempestades de nieve de las últimas décadas; y las últimas elecciones generales anticipadas también han venido marcadas por fuertes nevadas que cubrieron amplias zonas del país.
Varios comentaristas políticos han señalado la relación entre nieve y abstención, apuntamos la contribución de los dos fenómenos para que las políticas neoliberales se mantengan. Uno de los éxitos del actual sistema de poder ha sido desanimar políticamente a amplios sectores sociales con el mensaje de que, se vote lo que se vote, las políticas no cambiarán. La nieve ayuda.
La abstención fue del 36,4% en las elecciones de 2012; considerada entonces como un máximo histórico, pasó al 53,9% en las elecciones a gobernador de Tokio de 2013, y se ha situado en 2014 en el 46,7%, la máxima abstención desde la segunda guerra mundial en unas elecciones de ámbito estatal. Una parte de la sociedad se muestra desconcertada y las críticas no encuentran formato político amplio, un fenómeno similar al de otros muchos países. En Japón ayuda una normativa que dificulta la consolidación de candidaturas. Basta observar que cuatro de los partidos (y tres de ellos eran nuevos) que obtuvieron representación en 2012 no se presentaban en 2014 y que, en cambio, se presentaban otros tres que no existían en 2012.
Las cifras. El 14 de diciembre, el PDL pasó de 294 a 291 escaños, manteniendo una cómoda mayoría, especialmente si se valora su alianza con el partido Komeito, que pasó de 31 a 35 escaños. El PDJ (Partido Democrático Japonés), pese a aumentar su representación de 62 a 73 escaños, no superó su condición de partido minoritario, aunque gobernó Japón en el período anterior a 2012. El partido socialdemócrata mantiene los dos escaños que ya tenía en 2012. Los tres nuevos partidos obtienen en conjunto 45 escaños. La excepción es el Partido Comunista, que pasa de 8 a 21 escaños. Parece haber sido el catalizador del voto de descontento que decidió movilizarse, pero que no por ello deja de tener un papel casi testimonial.
El motivo oficial de la convocatoria anticipada estaba relacionado con la economía, pues el conjunto de medidas liberalizadoras lanzadas por el PDL en 2012 (denominadas “Abenomics”, en homenaje al apellido del primer ministro) no acababan de producir la reacción de crecimiento económico esperado. Parecía haberse desatado una pugna entre la política general del PDL y los poderosos intereses económicos que controlan el Ministerio de Finanzas y que exigían nuevas medidas, la excusa concreta para justificar estas elecciones ha sido la necesidad de que el gobierno consolide sus apoyos populares para retrasar un incremento de impuestos (especialmente del IVA) de octubre de 2015 hasta abril de 2017.
Pero tras el motivo oficial se pueden vislumbrar otros, motivos que se ha eludido cuidadosamente tratar durante la campaña: el relanzamiento de la política atómica, el apoyo patriótico a la negación de los crímenes cometidos durante la guerra mundial (un tema que aún genera controversia 69 años después del final de la guerra, especialmente en el tema de la distinción entre “esclavas sexuales” o “prostitutas” para la denominación de las mujeres que mantuvieron relaciones forzadas con las tropas de ocupación japonesas en Filipinas y Corea) y el cambio en la Constitución, que, bajo la fórmula de que Japón acepta la defensa colectiva de sus aliados, cambia el carácter institucional pacifista del Estado desde su proclamación en 1947. El capítulo segundo de dicha Constitución contiene no solo una renuncia explícita a declarar la guerra, sino que el artículo 9 implica renunciar a disponer de fuerzas armadas operativas en el exterior del país [1]. En internet se difundieron imágenes en que una persona, con traje de ejecutivo se suicidaba quemándose en plena calle Shinjuku, en el centro de Tokio, para protestar contra dicho cambio constitucional. Pero sólo en internet, ni un solo medio de información japonés se hizo eco.
Y esta es la clave de las elecciones, el silencio. Tres temas de importancia social y política han sido eliminados de la agenda de debate electoral, que se ha centrado exclusivamente en aspectos económicos. En términos de política atómica, las elecciones del 14 de diciembre significan la constatación del éxito absoluto de la estrategia informativa destinada a convertir la catástrofe nuclear de Fukushima en un accidente industrial cualquiera. El 31 de diciembre hará 1.387 días desde que se inició: la fuga de agua radiactiva al Pacífico prosigue a un ritmo de 400 toneladas diarias de promedio, la situación en el interior de los reactores destruidos continúa sin conocerse y se producen reacciones incontroladas de todo tipo, y las denuncias e informaciones de carácter científico sobre la gravedad de la situación son sistemáticamente silenciadas [2], al igual que los datos sobre impactos sanitarios, ambientales y sociales [3].
Planeando sobre todo ello, está la aprobación de la Ley de Secretos de Estado del 6 de diciembre de 2013; una ley que ha hecho que los medios de información más importantes hayan comenzado a autocensurarse. La ley establece condenas de prisión de un mínimo de 10 años para los funcionarios que filtren secretos, y que los periodistas que publiquen informaciones obtenidas de manera “inapropiada” pueden ser condenados a un máximo de 5 años. Una ley que el PDL considera necesaria para la colaboración en materia de espionaje y terrorismo con otros países. Por ello, muchos periodistas no interrogan a los cargos políticos, sino que se limitan reproducir lo que dice el gobierno. El 26 de enero de 2014, Katsuto Momii, director general de NHK (la empresa pública de radiodifusión de Japón), acabado de nombrar para el cargo durante tres años por el gobierno Abe, se declaró públicamente defensor de la ley, con una frase que se ha hecho famosa: «Mientras el gobierno diga “derecha”, nosotros no podemos decir “izquierda”», y opinó que los medios de comunicación debían apoyarlo en los conflictos territoriales con China y Corea del Sur [4]. El 10 de diciembre, cuatro días antes de las elecciones, se produjeron protestas en todo Japón por la entrada en vigor de dicha ley. Y ello en un país que ya ha visto como su calificación dentro de la lista de países con libertad de información elaborada por Periodistas sin Fronteras bajaba en 2013 del lugar 22 al 53 [5]. Así se mantendrán las cosas hasta que una parte de ese 46,7% de abstención decida movilizarse.
Pese a todo, el gobierno japonés no se atreve aún a abordar la puesta en marcha de los reactores atómicos parados, pues teme despertar un rechazo social que ha logrado adormecer. Pero, a efectos informativos y guiándonos por los patrones de lo conseguido en Fukushima, en el resto del mundo el programa del “renacimiento nuclear” podría ser abordado en el punto en que se suspendió en 2011, si no fuese por la imposibilidad material de disponer de los recursos materiales y energéticos necesarios para llevarlo a cabo.
Notas
[1] Para detalles véase http://es.wikipedia.org/wiki/Art%C3%ADculo_9_de_la_Constituci%C3%B3n_de_Jap%C3%B3n y también https://ddd.uab.cat/pub/asiademica/asiademica_a2014m1n3/Asiademica_a2014n3p33.pdf y http://www.eumed.net/rev/japon/04/joac.htm, en que se muestran como la rotunda declaración constitucional ha sido eludida de diversas maneras y con distintos subterfugios.
[2] Un ejemplo: http://fukushima-diary.com/2014/12/kyodo-news-censored-finnish-doctors-criticism-fukushima-report-unscear-unscear-dissolved/
[3] Solo insistir en el seguimiento realizado desde el recomendable blog http://resumenesdesdefukushima.blogspot.com.es/
[4] Véase http://variety.com/2014/biz/news/new-nhk-boss-katsuo-momii-stokes-controversy-1201072002/
[5] Véase http://en.rsf.org/press-freedom-index-2013,1054.html
[Miguel Muñiz es miembro de Tanquem Les Nuclears–100% EER, y mantiene la página de divulgación energética http://www.sirenovablesnuclearno.org. Este artículo no se hubiese podido redactar sin la valiosa información de Keiko N. y Masuji K., ciudadanos de origen japonés residentes en España.]
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