¿Cómo viven los vivos con los muertos? Hasta que el capitalismo deshumanizó a la sociedad, todos los vivos esperaban la experiencia de la muerte. Era su futuro final. Los vivos eran en sí mismo incompletos. De esa forma vivos y muertos eran interdependientes. Siempre. Sólo una forma de egotismo extraordinariamente moderna rompió esa interdependencia. Con consecuencias desastrosas para los vivos, ahora pensamos en los muertos en términos de los eliminados.
Hegemonías. Crisis, movimientos de resistencia y procesos políticos (2010-2013)
Akal,
Madrid,
Xavier Pedrol Rovira
Nuestro amigo y compañero Xavier Domènech, profesor de historia en la UAB, ha publicado un libro que ordena y recopila algunos de los textos aparecidos entre 2010 y 2013 en su blog Hegemonies. Hay que celebrarlo. Incluso para quienes tenemos este blog entre nuestras ‘direcciones de interés’ y conocíamos ya gran parte de los textos, la (re)lectura conjunta de los mismos nos convence de que ha valido la pena. Aun si, inevitablemente, algunos de los hechos que se muestran hoy más relevantes del escenario político-social que analiza Domènech —como es el caso de la aparición de la iniciativa Guanyem en Barcelona, la irrupción de Podemos en las elecciones europeas o los avatares y consecuencias del 9-N— no se habían todavía manifestado al llevar a imprenta sus páginas.
El autor ya aclara en las primeras líneas del prefacio, donde explica la motivación y gestación de cada uno de los textos, que no se trata de un libro de historia sino de un libro escrito por un historiador. Y es verdad. Ambas cosas son ciertas. Sus textos se ocupan básicamente de cuestiones de gran actualidad pero lo hacen con la explícita pretensión de contribuir —por decirlo con la afortunada expresión de Pierre Vilar— a “pensar históricamente nuestro presente”. Y esto, hoy día, ya es muy importante. Se trata de una tarea especialmente valiosa en estos tiempos de múltiples crisis, hondas transformaciones en todas las esferas de la vida social y una gran desorientación. En estas circunstancias —donde a menudo se imponen modas con la misma rapidez que se olvidan o precipitadamente se ve solo novedad donde lo que hay es ignorancia histórica—, suministrar buenas claves de comprensión en el distanciamiento que da el oficio de historiar y aportar elementos de análisis para promover el debate y tender puentes entre las gentes que no nos resignamos al desorden existente, constituye un mérito indudable. Por ello este libro de Domènech interpela y ha de ser acogido con interés por un amplio espectro de personas, desde jóvenes activistas politizados tras la estela del 15M hasta viejos sindicalistas curtidos en mil batallas. Razones hay.
En las primeras dos partes del libro se analizan los principales acontecimientos que transcurren desde la huelga general del 29 de septiembre de 2010 hasta la aparición del movimiento 15-M. Uno de los escritos de esta parte que sin duda merecen ser más destacados es el capítulo IV, donde la mirada del historiador se manifiesta con especial agudeza en la valoración de una parte del caudal de publicaciones que acompañó la irrupción del movimiento 15M. Por su parte, los primeros escritos de la tercera parte, tal vez los más teóricos e intemporales, proporcionan diferentes y sugerentes aproximaciones históricas de la relación entre movimientos sociales y crisis. Los dos últimos, a su vez, están dedicados respectivamente a Salvador Seguí, el Noi del Sucre, y al historiador británico E.P. Thompson, aunque su inclusión en este apartado se justifica porque —como el autor indica— sus trayectorias resultan asimismo ilustrativas para el momento presente. En particular, me ha parecido interesante las enseñanzas que extrae Domènech del replanteamiento de la estrategia de Seguí en el cambio de ciclo político que se desarrolló en los inicios de los años veinte.
Finalmente, la cuarta y última parte del volumen se consagra a dos realidades que el autor juzga mutuamente relacionadas: los fundamentos del arraigo de las fuerzas sociales de las derechas y la necesidad de una reconstrucción del espacio político sobre nuevas bases, donde se presta especial atención al proceso soberanista catalán. En ninguno de los textos se aspira a sentar conclusiones. Como dice el autor “no sabemos aún qué será válido y qué no de todo aquello que estamos experimentando”. Pero una cosa, sí nos deja Xavi Domènech clara: la historia no ha acabado.
12 /
2014